Se presenta un estudio sobre la calidad de vida percibida en jóvenes y adultos con discapacidad intelectual, en centros ocupacionales uruguayos. Se analiza la utilidad del empleo de diferentes informantes (profesionales, familiares y personas con discapacidad), en cuanto a la fiabilidad y validez de la información. Para ello se utiliza la Escala de Calidad de Vida de Schalok y Keith (1993) en tres versiones. Se utiliza una muestra de conveniencia de 100 participantes que se encuentran en programas de formación para el trabajo. Se discuten los resultados en torno a: (a) los factores individuales que inciden en la percepción de la calidad de vida tales como deficiencias y discapacidades; (b) las respuestas de los tres grupos de informantes: usuarios, familiares y profesionales. El estudio arroja evidencia sobre la importancia de factores individuales en la calidad de vida, así como de la fiabilidad y validez de utilizar diferentes informantes para valorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.
Resumen realizado por el/los autores recogido del propio artículo.