El ‘complemento de pensiones’ de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) se extenderá a las personas mayores de 18 años con una discapacidad igual o superior al 65 por ciento y con hijos a cargo, que hasta ahora no podían percibir este complemento, según ha anunciado el Defensor del Pueblo de Euskadi-Ararteko.
Esta institución, a través de un comunicado, ha informado de que el Gobierno autonómico ha atendido a su petición para que estas personas pudieran acceder a la ayuda.
El denominado ‘complemento de pensiones’ de la Renta de Garantía de Ingresos podía ser solicitado por las personas con derecho a la prestación por hijo a cargo, siempre que fueran ellas mismas quienes la percibieran y tuvieran al menos 23 años. Hasta ahora, según ha indicado el Ararteko, “se excluía” de este complemento a las personas legalmente incapacitadas. De ahora en adelante se hace extensible también para este colectivo.
Para ello, los solicitantes deberán reunir los requisitos de acceso a dicha prestación, entre los que está la situación económica personal.
Este complemento puede ser de hasta 400 euros mensuales, según los casos.
Así se garantiza a estas personas unos ingresos equivalentes al salario mínimo interprofesional. Las solicitudes han de presentarse en los servicios sociales correspondientes.
DIFERENCIA “INJUSTIFICADA”
Para el Ararteko, la diferencia de trato en el acceso a la prestación “no estaba justificada, ya que la incapacitación legal actuaba como elemento de discriminación, lo cual no resultaba aceptable”.
El Defensor del Pueblo de Euskadi también ha señalado que “la edad requerida tampoco era la adecuada, pues difería de la exigida a quienes perciben la pensión no contributiva por invalidez”, que es 18 años. Esta modificación ha sido adoptada por el Gobierno vasco, a través de una circular que ya ha sido trasladada a las diputaciones forales para su aplicación.
El Ararteko ha destacado que la medida “favorece a personas necesitadas de mucha atención, que han de afrontar grandes gastos, que generalmente carecen de recursos propios, y para las que su alta discapacidad constituye una gran dificultad para acceder a una actividad remunerada”.