La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) destacó este lunes que el implante coclear «posibilita el acceso a la audición de las personas con sordera severa y profunda de cualquier edad.
Con motivo del Día Internacional de «este hito científico» que se celebra este martes, Fiapas detalló en un comunicado cómo las mejoras técnicas -tanto en la parte interna como externa del implante- y los avances quirúrgicos han ampliado las indicaciones a la hora de decidir qué personas pueden beneficiarse de él.
El cambio también es reseñable en cuanto a diseño, tamaño y prestaciones de conectividad y conexión con productos de apoyo en el entorno, que hacen posible la accesibilidad auditiva, a la información y a la comunicación para la persona sorda implantada.
Según Fiapas, «el beneficio del implante coclear más impactante es el que consiguen niños y niñas con sorderas congénitas que, gracias a él, acceden al lenguaje oral en edades tempranas y, en consecuencia, a los aprendizajes que de él se derivan».
También los adultos con sorderas progresivas y/o sobrevenidas pueden obtener un beneficio enorme para su calidad de vida gracias a estos implantes. «La edad en sí misma no es un motivo de contraindicación para el implante», resaltó.
SALUD PÚBLICA
Fiapas llamó a «no conformarse con este éxito de la medicina y de la tecnología audiológica», porque «el reto, aún hoy pendiente, es hacer llegar este progreso a cada persona con sordera que lo precise y pueda beneficiarse de él». Es un logro que «aún está lejos de verse cumplido», denunció.
También incidió en la necesaria implantación bilateral del implante coclear cuando así esté indicada y pidió contar con protocolos estandarizados para aplicar cribados poblacionales de pérdidas auditivas a lo largo de la infancia y de la edad adulta.
Finalmente, resaltó la necesidad de rehabilitación auditiva y/o del lenguaje que debe acompañar durante el tiempo que sea preciso en cada caso a la persona implantada, niño o adulto. Sin ello, advirtió, «todo el esfuerzo invertido en diagnóstico precoz y dotación de dispositivos será insuficiente».
A su juicio, «las previsiones insuficientes y las altas logopédicas antes de tiempo o en cumplimiento de una edad administrativamente fijada tiran por la borda muchas expectativas y gran parte del éxito que debiera obtenerse».
Por ello, pidió que la prevención de deficiencias de audición o del agravamiento de la discapacidad auditiva se incluyan de forma prioritaria en la agenda de las políticas de bienestar y las de salud pública.