En 1996 Alfred Blas¡ sufrió una fuerte gripe que le dejó unas secuelas en forma de dolencia muscular en la zona lumbar. En pocos meses, las molestias aumentaron hasta lo insoportable y ya nada le calmaba el dolor, a pesar de los tratamientos intensivos a los que fue sometido por la medicina tradicional. Diagnosticado con invalidez absoluta y permanente por fibromialgia (100%), el autor, lejos de conformarse con su nivel de postración, empezó a investigar por su cuenta hasta dar con un remedio que asegura haberle curado, abriendo así el camino a una posible solución de tan grave enfermedad.
Resumen recogido del portal Librería Luces