El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicó una nueva ley que afecta, en mayor o menor medida, a todos los deportistas de la comunidad. A deportistas, sea cual sea su condición. En Castilla y León hay 700 personas con discapacidad intelectual a quienes les motiva quemar el tartán de una pista de atletismo, chutar unos disparos bajo palo, larguero y palo o encestar un triple. 200 son vallisoletanos, un grupo al que en cierta medida les afecta la publicación de la Ley 3/2019 de la actividad físico deportiva de Castilla y León.
El sector diferencia entre deporte de discapacidades físicas y deporte de discapacidad intelectual. De hecho, se rigen por distintas federaciones: la Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual (Fedi) y la Federación Española de Deportes de personas con Discapacidad Física.
En ambos casos se trata de deportistas con historias anónimas, desconocidas y que se construyen con un inadvertido esfuerzo diario. Inadvertido… Al menos hasta hace poco. El centro San Juan de Dios, una organización que vela por su pleno desarrollo, opina que ‘Campeones’, la película ganadora de los Premios Goya de este 2019, ha servido para visibilizar y hacer conocida esta realidad. Aunque, al mismo tiempo, sostienen que «queda mucho trabajo por hacer».
Recientemente el Boecyl publicó la Ley 3/2019 de la actividad físico deportiva, cuyo objeto principal es regular el derecho al deporte y al ejercicio físico bajo un principio rector de tolerancia. En ese sentido, Alberto Pascual, miembro de la ejecutiva del centro, considera «positiva» la actualización de ley. Pero apunta que hay ciertos aspectos que no se han precisado completamente y que son blanco de futuras mejoras.
Aspectos de mejora
«El trasfondo de la ley es bueno, pero contempla mucho más la competición que la participación», puntualiza Pascual. Una participación que es representativa dentro del deporte discapacitadoEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Persona con discapacidad en su lugar.. Este se diversifica en tres niveles. Mientras que en el nivel uno considera oportuna la competición, el único objetivo del nivel dos y tres es la participación. Un espacio donde se trata de anteponer el ocio a la rivalidad.
A su vez, Pascual encuentra cierta inexactitud en el tercer apartado del artículo cuatro. Artículo que se posiciona a favor de la concienciación y sensibilización social, de cara a «prevenir y erradicar la violencia, la xenofobia, el racismo, las acciones o manifestaciones contrarias a la dignidad de la mujer y la intolerancia». ¿Y el deporte discapacitadoEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Persona con discapacidad en su lugar.? El trabajador social, considera que se «echa en falta una mención directa a la inclusión de estas personas» porque «ocasionalmente se encuentran casos de exclusión social».
Una exclusión social que ve su reflejo en situaciones económicas delicadas en las que ejercer el deporte a veces es algo complicado. Pascual opina que «hay un riesgo de subida del precio de las inscripciones individuales». «En los últimos años la Fedi ha incrementado un poco los precios de inscripción y si lo siguen haciendo podrían dejar fuera a deportistas»,prevé. Y es que en el capítulo seis de la nueva ley se establece que «cada federación deportiva determinará las condiciones económicas y procedimentales exigibles para la tramitación y expedición de las licencias deportivas federadas y populares».
A Pascual le preocupa esa opción porque «en las asambleas ya se ha barajado la posibilidad de subir los precios» y eso «supondría dejar al margen a muchas personas que no pueden permitirse pagar las fichas».
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«Me gustaría que la gente disfrute de este deporte porque ponen gran pasión»
«Cuando la gente me pregunta si vi ‘Campeones’ y les digo que no, se extrañan. Les digo que mi trabajo es como en la peli», arranca Diego, segundo entrenador del club de baloncesto del San Juan de Dios. Tras las pistas está Jennifer Bernardos, Susana Madrid y Teresa Domínguez. Tres de las cinco jugadoras que conforman ese equipo de ensueño que encabeza la trigésima primera Liga ‘Special Olympics Plena Inclusión Castilla y León’. Una liga que está en el tintero y que depende de que Asprona Valladolid caiga en el próximo partido. Porque todo fue a pedir de boca hasta el último, en el que el rumbo se torció levemente con una derrota inesperada.
Las tres vallisoletanas narran con pasión la temporada y abren sus vidas poco a poco, cuando la timidez inicial desaparece. Jennifer Bernardos y Susana Madrid han traspasado las fronteras de la ciudad para representar, en hasta en cuatro ocasiones, a Castilla y León en el Campeonato de España. Un campeonato que pertenece a la comunidad desde hace diez años.
¿Cuanto tiempo más se van a dedicar al baloncesto? «Hasta que me canse, que no creo que sea nunca, dice Jennifer Bernardos». Y es que el deporte femenino y de inclusión en Valladolid tienen futuro. Tiene futuro porque hay ilusión. «Siempre están dispuestas a aprender, son como verdaderas esponjas. Cuando se les explica algo, se esfuerzan en corregir ese error a base de repeticiones», afirma su entrenador. Se esfuerzan y… también se enfadan:cuando pierden, cuando las cambian por otra jugadora en el partido. «Quieren ganar, quieren jugar. Les mueve un ansia por mejorar, como a cualquier otro deportista».
«Me gustaría que la gente pueda disfrutar de este deporte porque sus integrantes le ponen verdadera pasión». Una pasión que se ve en como atacan el balón frente a la canasta. Y en cómo intentan que el balón alcance el aro en ese triple imposible. Las jugadoras se ven con posibilidades de conseguir el primer puesto en la liga de este año de Castilla y León. También en el próximo campeonato de España. Su ilusión parece perenne, carburada por una fuente de energía inagotable.