El espíritu de ayuda, la voluntad de contribuir a hacer un mundo mejor, la suma de esfuerzo, la entrega de numerosas personas que creen en lo mismo y que nos hemos cruzado en el camino y, como sucede a menudo, la experiencia personal son la auténtica semilla de esta Fundación. El nombre de Alex resume las palabras Amor, Lucha y Experiencia. Y es también todo lo que nos dejó mi segundo hijo, Alex, que nació con una discapacidad y falleció a los tres años de vida. Ahora, desde la Fundación nos hemos comprometido para ofrecer Salud y lo mejor de nosotros a aquellos que más lo necesitan, la Infancia y las personas con Discapacidad. Creemos firmemente en lo que hacemos, en que nuestro granito de arena es fundamental para ir consiguiendo pequeños logros que para muchos suponen un gran paso adelante. Y fruto de esta voluntad nació, en 2006, Fundación Alex.
La Fundación recoge y potencia iniciativas solidarias ya existentes y nos permite poner en marcha nuevos proyectos centrados en nuestros objetivos sociales. Gracias al apoyo de nuestros socios, voluntarios, mecenas y partners sociales, nos sentimos orgullosos de ofrecer asistencia médica a niños que no pueden ser tratados en sus países de origen; de integrar laboralmente a personas con discapacidad o de participar en la integración de personas con riesgo de exclusión social a través del deporte. Además, hacemos campañas de sensibilización social; donamos material sanitario, realizamos labores de voluntariado, y contribuimos a proyectos de docencia e investigación.