No entraba en las quinielas para asumir la Consejería de Familia, el departamento que -junto con Educación- da las mayores alegrías al Ejecutivo de Castilla y León por sus buenos resultados en la atención a la Dependencia y la prestación de servicios sociales. Sin embargo, Isabel Blanco, consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, no oculta su entusiasmo por una labor que la permite conocer y estar cerca de las personas. Su amplia y sincera sonrisa, toda una seña de identidad, sólo se borra cuando en el transcurso de la conversación se habla de la violencia de género o de la soledad de los mayores. Ahí «queda mucho por hacer», reconoce. Eso sí, responde con cautela sobre actuaciones futuras, consciente de que aún no maneja todas las cartas de un departamento que ha asumido después de dedicarse a la educación durante la pasada legislatura como procuradora del PP en el Parlamento autonómico. Después formó parte de la comisión negociadora que dio como resultado el pacto con Ciudadanos y el diseño de un Ejecutivo autonómico al que se ha incorporado.
-¿Ya ha tomado tierra en la Consejería?
-Sí, he tomado tierra.
-¿Y qué se ha encontrado?
-Me he encontrado de todo. Una consejería muy amplia, muy abierta a la sociedad. Es la Consejería más bonita porque llega a las personas. Cualquier necesidad o cualquier alegría tiene que ver con este departamento. Es el que tiene que intentar hacer más fácil la vida a las personas. Que nadie se quede atrás. Tenemos la oportunidad y lo vamos a conseguir. Una gran consejería con el listón muy alto. Somos los primeros en servicios sociales, en dependencia… y no nos tenemos que conformar con eso sino que esta legislatura lo tenemos que superar. No partes de cero. Partimos de un nueve y superar un nueve es muy difícil. Es un gran reto.
-Pero aún hay asignaturas pendientes, como es el caso de la atención a domicilio de los mayores, según recogen los informes de dependencia.
-No es un déficit. Nos tenemos que enfrentar a los nuevos retos y para eso hay que ir avanzando. El tema de la dependencia evoluciona cada día. No son asignaturas pendientes. Son nuevos retos y como tal los vamos a ir enfrentando. Si todo estuviera bien, si no hubiera problemas funcionaría solo.
-¿Dónde va a poner todo su empeño?
-Tenemos tres grandes retos: las familias y la conciliación, entendiendo la familia al completo, desde los niños hasta las personas mayores; la igualdad de oportunidades entre todos: hombre y mujeres, entre personas con una discapacidad y las que no la tienen, entre el mundo urbano y el rural. Y el tercer gran eje es la apuesta por la inclusión.
-¿Hay suficientes plazas residenciales para personas mayores?
-Los mayores nos lo han dado todo y se lo tenemos que devolver. Dentro de las políticas destinadas a ellos no es sólo el tema residencial. Hay que apostar por los programas de envejecimiento activo, por que se llegue más tarde a la dependencia y dar un nuevo enfoque a todo el tema residencial y asistencial.
-¿En qué sentido?
-En que los mayores se sientan más en su casa. Enfocar también los problemas de soledad. Hay que hacer hincapié en la prevención de la dependencia, en llegar más tarde a ella.
-Entonces cree que hay suficientes plazas residenciales?
-No es sólo el número de plazas. Hay que mirarlo todo en su conjunto. Posiblemente hagan falta más plazas, más centros de día, más centros de jubilados…Es adaptar el modelo a lo que pueden necesitar los mayores en este momento. Es importante potenciar esos programas de envejecimiento activo para que no se necesite una plaza residencial. Habrá que analizar si hay déficit de plazas pero, sobre todo, adaptar el modelo para que quien vaya a una residencia se sienta como en su casa, como una prolongación más.
-Por cierto, el modelo residencial «En mi casa» ha sido tumbado por los tribunales.
-No está cuestionado. Las sentencias que ha habido cuestionan la tramitación, no el fondo sino la forma. Eso se está corrigiendo y adaptando a lo que han señalado los tribunales. Nos vamos a esforzar mucho por explicar este modelo porque es bueno.
-Llevamos un verano bastante duro. Sólo en Valladolid seis mayores han sido encontrados muertos en sus casas este año. ¿Qué se puede hacer?
-Esas situaciones se han dado siempre pero ahora se visibilizan más, independientemente de que cada vez hay más personas solas y habrá que buscar nuevas vías. Por ejemplo, que en los propios barrios se esté más pendiente de la gente que está sola. Habrá que buscar nuevos métodos para combatir esa soledad y que si se encuentran en una situación especialmente complicada poder actuar a tiempo.
-El verano también está siendo muy duro en violencia de género.
-Terrible. 40 víctimas en España este año. Tres en Castilla y León. La violencia de género es la gran lacra de esta sociedad. Tenemos que estar todos muy concienciados. Insisto en el teléfono 016, en la denuncia, porque si una mujer no denuncia no podemos actuar A la vista de lo que ha pasado con la última víctima mortal, natural de Palencia, entendemos que es necesaria la revisión de determinados protocolos. Vamos a instar, dentro del Pacto Nacional, a esta revisión. Pero, en cualquier caso, es importante que las mujeres denuncien al 016, que se conciencien de los malos tratos. La administración tiene muchas medidas pero hasta que no se entra en la denuncia no se puede actuar.
-¿Qué queda por hacer ante esta lacra que no parece tener fin?
-Queda mucho recorrido cuando esto parece que va a más. La concienciación es importante para todos. La educación también. Queda mucho por hacer y esta consejería y la Junta no van a escatimar recursos. Tenemos en mente ideas y medidas que vamos a poner en marcha.
-En la legislatura pasada la Ley de Conciliación fue una de las banderas del Ejecutivo.
-Fuimos la primera Comunidad en tener una Ley de Conciliación y contra la Brecha Salarial y ahora nos toca el reto de desarrollarla porque se aprobó al final de la legislatura.
-Como mujer, ¿confía en los resultados de esa Ley?
-Por supuesto ¿por qué no?
-Hablando de mujeres, en el Gobierno de Castilla y León sólo hay tres, de un total de nueve consejeros.
-Tres mujeres que gestionan el 80 por ciento del presupuesto.
-Pero una imagen vale más que mil palabras y sólo hay tres
-Yo tengo muy buenos compañeros de gabinete y para mí es importante que las mujeres que hay en el Gobierno gestionen el 80 por ciento del presupuesto de la Junta. Es la única comunidad en que eso pasa. Hablamos de sanidad, de educación, de familia e igualdad de oportunidades. El 80 por ciento del presupuesto se destina a las personas y eso lo gestionan tres mujeres. Eso es importante.
–A su compañera en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la ha ido peor, con sólo dos mujeres en el Gobierno.
-Pero la presidenta es una mujer.
-Una de las leyes más polémicas, que se quedó encallada en las Cortes la pasada legislatura fue la de la diversidad sexual, reclamada por los colectivos LGTBi. ¿Verá la luz en esta?
-Es un compromiso de legislatura, que forma parte de los cien puntos del acuerdo con Ciudadanos, y va a salir adelante y seguro que con consenso.
-¿Por qué el PP se pone tan nervioso cuando se habla de estos temas (LGTBi, eutanasia…)?
-Yo no me pongo nerviosa. Tampoco tengo esa sensación. Creo que es más vuestra percepción que la realidad. Pero también fue polémica en el Parlamento de España.
-¿Cree que es una ley necesaria?
-Me parece una propuesta y un proyecto que vamos a sacar adelante. Cuando legislas para la persona que está enfrente puede ser necesaria pero para otra no.
-¿Qué le pareció todo lo vivido en torno al Open Arms?
-Pues que Castilla y León es una tierra solidaria, de acogida y que estamos a disposición del Gobierno. Son temas complicados que son competencia del Gobierno y es el que debe gestionarlo.
-¿Y como valora la actuación del Ejecutivo de Pedro Sánchez con este asunto?
-No valoro.
-Dentro de cuatro años, cuando acabe a legislatura, ¿que le gustaría que dijesen de usted?
-Que hemos facilitado la vida a muchas personas. Que hemos ido un poco más allá y no hemos dejado a nadie atrás.