Con un tono categórico, la UPL ha señalado que a pesar de los esfuerzos por modificar los pasos de cebra para garantizar su accesibilidad, la realidad es que un gran número de ellos permanecen inadecuados, con bordillos que dificultan o impiden su uso por parte de personas con movilidad reducida.
Gran número sin rebajar y buena parte adaptados inadecuadamente, así de categórica se muestra UPL calificando los pasos peatonales de la ciudad. Si bien afirma que se siguen modificando los pasos de cebra para que puedan ser utilizados por personas con movilidad reducida, ese empeño es tan escaso que aun llevando años en esta empresa, siguen manteniéndose gran número con el odioso bordillo que los hace inaccesibles. Denunciando al mismo tiempo, que algunas de las adecuaciones se hacen de mala manera y que incumplen claramente la normativa porque aun habiendo espacio suficiente para ello, el rebaje o no cubre todo el ancho del paso, o está desplazado con respecto a este.
Son innumerables los ejemplos de pasos peatonales que esperan su transformación, como aquellos que aun habiéndolo sido no cumplen la normativa. Motivos por los que la ciudad dista de alcanzar la consideración de accesibilidad universal. Valiendo de poco que se reserven plazas para personas con discapacidad cuando descendiendo del vehículo, no pueden ir muy lejos dado que las barreras urbanas que se mantienen se lo impiden. Del mismo modo que se está avanzando realizando un esfuerzo económico por parte de particulares y comunidades de vecinos, para eliminar de los edificios las barreras arquitectónicas existentes, y un simple bordillo mal acondicionado en las inmediaciones, impide que acceda una persona con movilidad reducida a comercios e inmuebles.
Instando a la concejalía de urbanismo a ponerse manos a la obra para resolver los problemas que plantean los pasos peatonales que se han adaptado inadecuadamente, así como a acondicionar aquellos que siguen suponiendo una barrera urbana para personas con movilidad reducida.
