Un día a día más complicado para las familias con personas con discapacidad intelectual

Fecha

02/04/2020

Medio

El Norte de Castilla

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Mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias es el principal objetivo de Asprodes, una asociación que después de más de 50 años de andadura atiende a un millar de personas en sus diferentes centros y servicios distribuidos en distintos puntos de la provincia de Salamanca.

Las medidas tomadas por la alerta sanitaria han cambiado la actividad de esta agrupación y sobre todo el día a día de las personas con discapacidad y su familias. «Es complicado y a veces muy difícil comunicarles a ellos esta situación y organizarse», pero «no hay ningún perfil igual», señala Juan Recio, gerente de Asprodes. En el seguimiento telefónico que realizan semanalmente a todas las familias no ha surgido ningún problema importante, pero «probablemente a medida que van pasado los días, surgirán más dificultades». Y es que «no es sencillo para nadie esta situación y, en este caso, con las personas que tiene más necesidades de apoyo, es más complejo, porque las familias tiene un cargo añadido».

Asprodes gestiona diferentes centros de día (8), un colegio de educación especial, un centro especial de empleo, 44 viviendas y seis residencias en Salamanca y provincia, dando apoyo a más de 1.000 personas con discapacidad y a sus familias.

Actualmente todo se ha reducido a «mínimos muy mínimos», señala Recio. Así, las personas que estaban en los centros de día «ahora están en su domicilio y contactamos por teléfono para hacer su seguimiento».

Además de la atención a las familias, la «principal gestión diaria es la tarea que tenemos con las 250 personas que están con nosotros en las residencias y viviendas o comunidades residenciales» en Salamanca, Béjar, Ciudad Rodrigo, Vitigudino, Peñaranda de Bracamonte y Santa Marta de Tormes, entre otras.

Recio explica que antes de que se iniciara el estado de alarma, la asociación instó a que «lo mejor era que, de forma preventiva, las personas estuvieran en sus casas» y «todas las familias que tuvieran esa posibilidad y la viabilidad de cuidarlos así lo han hecho». Habitualmente, señala, «atendemos a mil personas y unos 750 están con sus familias; el resto en diferentes residencias y pisos».

Positivo en un residencia

La mayor dificultad ahora es la atención a las 250 personas que «están con nosotros». Han tomado «muchas medidas, sobre todo preventivas, así como de aislamiento en aquellos casos con la más mínima situación de síntomas». Explica que en uno de sus centros hay personas que han dado positivo al Covid-19 , por lo que se están siguiendo los protocolos. «Esto tiene una cadena con muchas situaciones que son difíciles, pero lo vamos llevando», por eso, «nuestra obsesión, es que no entre el virus, por lo que la parte preventiva es mucho más efectiva que una vez que lo tienes»,

Por este motivo, «cerramos las visitas a las residencias antes de que fuera obligatorio por ley», porque el virus «procede de gente que viene de fuera» y en algunos casos, hay personas discapacitadasEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Personas con discapacidad en su lugar. que también «tienen patologías añadidas». Su intención es que sus centros no estén masificados y que las personas estén en sitios blindados y aislados.

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