Reino Unido endurecerá a partir de 2013 las condiciones para beneficiarse de una prestación para personas con discapacidad que precisan ayuda de terceros o tienen movilidad reducida. Esta es una de las medidas adoptadas por el Ejecutivo para combatir el déficit en sus presupuestos de emergencia, informa el diario “The Guardian”.
Se trata de la “Disability Living Allowance”, una ayuda que pretende compensar los gastos extraordinarios que deben afrontar sus beneficiarios debido a su discapacidad, y que tiene un montante medio de 340 euros mensuales.
A partir de esa fecha, los solicitantes de dichas pensiones tendrán que someterse a exámenes médicos exhaustivos para poder beneficiarse de ella.
De este modo, las autoridades británicas esperan reducir el coste para las arcas públicas de esas ayudas, que actualmente asciende a 13.385 millones de euros anuales, en 1.703 millones de euros, aunque no se reducirá el montante medio de la ayuda.
Organizaciones británicas de personas con discapacidad han manifestado su preocupación ante las medidas, que consideran tienen por único objetivo reducir el número de beneficiarios de dicha prestación.
Así, Mencap, dedicada a la ayuda a personas con discapacidad intelectual, cree que este colectivo podría ser el más perjudicado por los nuevos exámenes médicos.