La demencia es una de las enfermedades neurológicas que más se dan en la sociedad. Como especifican los expertos en Neurología, esta afección asociada a la memoria y al cerebro se da más en las personas mayores. Ahora un nuevo estudio ha señalado que los rasgos de personalidad reflejan patrones de pensamiento y comportamiento relativamente duraderos.
Estos comportamientos se pueden afectar acumulativamente a la participación en conductas y patrones de pensamiento saludables y no saludables a lo largo de la vida. La investigación ha sido publicada por la Asociación Americana de Psicología en el ‘Journal of Personality and Social Psychology’.
Las personas organizadas, con altos niveles de autodisciplina, pueden ser menos propensas a desarrollar un deterioro cognitivo leve a medida que envejecen. Por su parte, las personas malhumoradas o emocionalmente inestables son más propensas a experimentar un declive cognitivo al final de su vida.
«La acumulación de experiencias a lo largo de la vida puede entonces contribuir a la susceptibilidad de enfermedades o trastornos particulares, como el deterioro cognitivo leve, o contribuir a las diferencias individuales en la capacidad de soportar los cambios neurológicos relacionados con la edad», señala la autora principal, Tomiko Yoneda, doctora de la Universidad de Victoria.
La relación entre los rasgos de la personalidad y el deterioro cognitivo
Los individuos que puntúan alto en concienciación tienden a ser responsables, organizados, trabajadores y orientados a objetivos. Los que puntúan alto en neuroticismo tienen una baja estabilidad emocional y tienden a sufrir cambios de humor, ansiedad, depresión, dudas sobre sí mismos y otros sentimientos negativos.
Los extravertidos obtienen su energía de estar rodeados de otros y dirigen sus energías hacia las personas y el mundo exterior. Tienden a ser entusiastas, gregarios, habladores y asertivos, según Yoneda.
Noticia de Manuel J. Ruiz Berdejo López.