Plena inclusión España presentó el pasado viernes su herramienta para evaluar los apoyos que se dan a la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y los primeros resultados de aplicación de la herramienta.
La herramienta se basa en el posicionamiento sobre sexualidad y consiste en un cuestionario de evaluación. El cuestionario ha sido aplicado por primera vez y recoge los primeros resultados en un informe.
El proyecto se ha realizado en colaboración con la Asociación Sexualidad y Discapacidad.
El posicionamiento
La junta directiva de Plena inclusión aprobó su posicionamiento sobre sexualidad en 2017. El documento contiene 8 mínimos respecto a las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo: información y educación sexual, intimidad, consideración hacia su cuerpo desnudo y su pudor, autonomía y autodeterminación, identidad sexual y orientación del deseo, relaciones personales, apoyos necesarios y perspectiva de género.
El cuestionario
El cuestionario se ha construido sobre esos 8 elementos del posicionamiento, incluyendo un noveno: el trabajo compartido entre profesionales y familias. “No es un examen”, se señala en el propio documento, “es una fotografía de cómo está la situación en centros y servicios”.
El cuestionario cuenta con una versión auto aplicable, útil para que cada entidad pueda evaluar su propia situación y proponer un plan de mejora. Además, es posible comparar los resultados con los del propio informe.
Incluye ítems a valorar como si el centro o servicio ofrece formación sobre de educación sexual, si a las personas con grandes necesidades de apoyo se les anticipa, de manera accesible para ellas, que se va a acceder a su cuerpo desnudo, a la hora de prestarles apoyos o si se trabaja para que las personas con discapacidad intelectual del colectivo LGTBI se empoderen respecto a su sexualidad, por ejemplo, participando en manifestaciones por sus derechos o en otras actividades.
Los resultados
203 personas de 11 comunidades autónomas que trabajan en el movimiento asociativo Plena inclusión han participado respondiendo al cuestionario.
El primer informe da un 57,9%, un “resultado discreto” que “da un margen de mejora teniendo en cuenta que el posicionamiento habla de mínimos”, señala Gaspar Pablo Tomás, de la Asociación Sexualidad y Discapacidad.
El factor que peor puntuación tiene es el de los apoyos necesarios, sobre todo en relación con la intimidad. Otro factor que necesita mucha mejora es el de la información.
Los factores que mejores resultados obtienen son la autonomía y la autodeterminación, la perspectiva de género y, sobre todo, las relaciones personales.
Algunas mejoras concretas que se apuntan son facilitar el disfrute de la masturbación, más materiales accesibles sobre educación sexual, la coordinación, aportar más referentes y visibilidad de personas con identidades de género y orientación sexual no normativas o el uso de lenguaje inclusivo, entre otras.
El próximo paso ya está en marcha: un pilotaje de sexualidad, un proyecto que sirve para experimentar planes de mejora que luego puedan replicarse.
Vídeo de la presentación
130 personas se conectaron al seminario de presentación de la herramienta y la grabación ya está disponible.
Carlos de la Cruz, de la Asociación Sexualidad y Discapacidad, celebró que, el ámbito de la sexualidad, por fin se haya pasado del tabú a la tarea: “Ya no es algo que se pide permiso para hacer, es algo que las entidades asumen que deben hacer”.