Juguetes, libros, ropa, calzado, menaje, cuadros, películas, etc. Cualquier cosa que se pueda reutilizar se puede encontrar a un precio modélico en el rastrillo que la Fundación Proyecto Convivo organiza hasta el 22 de junio en la calle Monasterio, esquina con la plaza 12 Mártires Bajo. Una iniciativa que tiene un trasfondo social pues todo lo recaudado va destinado íntegramente a las diferentes actividades que la asociación desarrolla en beneficio de sus 108 usuarios con discapacidad intelectual ligera.
«La verdad que hay muchísima gente en León que viene a donar porque la gente además de ser solidaria está muy ilusionada y concienciada en reciclar y dar a las cosas que ya no usan una doble vida. Sobre todo, recibimos cosas de casas que se vacían porque fallecen sus propietarios y sus familiares no las quieren. Y luego también gente particular que nos lo dona. Y nosotros lo vendemos a un bajo precio», destaca la palentina Rosa González García, presidenta y voluntaria de Proyecto Convivo, quien pone el foco en la importancia de los 17 voluntarios que hacen posible que la iniciativa esté en marcha. «Nos vamos turnando para venir cuatro mañanas y una tarde durante la semana. Los voluntarios son gente que llevan muchos años con nosotros. En total se organizan dos rastrillos solidarios al año y además, durante todo el año la gente puede venir a donar», explica.
El rastrillo supone una gran ayuda para las actividades que lleva a cabo la asociación en la sede de la calle Arquitecto Torbado. «Gracias al rastrillo damos beca a los usuarios que tienen problemas económicos y les ofertamos actividades gratuitas», resalta. Durante el verano se hacen actividades de ocio y tiempo libre impartidas por unas educadoras.
Destacada labor desde 2016
La asociación se creó en el año 2016 impulsada por González junto a algunos padres que «me trasladaron la necesidad de tener un espacio para jóvenes que no se encuentran en una situación que requieran educación especial ni talleres ocupacionales ni tampoco están para llevar llevar a cabo una vida con total normalidad por lo que existía un vacío», explica. «Es muchísima la gente que está en esta situación y terminan prácticamente solos, sin red de amistades, sin trabajo y sin saber qué hacer cuando salen del colegio», añade.
Desde Proyecto Convivo aportan a sus usuarios inserción laboral, estimulación cognitiva, apoyo en sus tareas escolares y todas las actividades de ocio y tiempo libre que les ocurren. «Se pretende mejorar la calidad de vida de estas personas y de sus familias. También existe orientación para las familias y para la propia persona también hacemos intervenciones individuales. A cada uno se le trata de acuerdo con lo que necesita porque estamos viendo grandes diferencias con personas con distintas capacidades», asegura la presidenta.
Noticia de Ismael Martín Orantos.