En el texto presentado afirma que ese pasaporte “debe ser accesible para las personas con discapacidad”. “En concreto consideramos que ha de diseñarse desde el inicio considerando la accesibilidad universal, de modo que las personas con discapacidad y mayores puedan utilizarlo sin ningún tipo de restricciones o limitaciones”.

“Durante la pandemia, las personas con discapacidad han sufrido en toda Europa la carencia de accesibilidad en múltiples entornos y servicios, afectando de modo negativo a su derecho a la información, a la preservación de su salud y a recibir servicios públicos no discriminatorios y de calidad”, denuncia Rosa Estarás.

Añade que eso “no puede volver a ocurrir con el pasaporte verde, por lo que la accesibilidad universal ha de estar asegurada desde su concepción y diseño”, y pregunta por ello a la Comisión cómo tiene previsto garantizarla.

En esa misma línea, la socialista Mónica Silvana, copresidenta del intergrupo de Discapacidad en el Parlamento Europeo, se ha dirigido también a la Comisión para pedir que ese pasaporte “no se convierta en una barrera más para las personas con discapacidad”, y subraya que el movimiento social de la discapacidad “muestra su preocupación de que excluya a personas con discapacidad, o que cree nuevas barreras”.

Por ello, pregunta a la Comisión qué medidas tiene previsto adoptar para garantizar “desde el primer momento la accesibilidad universal en el proceso de diseño planificación y ejecución” de ese pasaporte. Por último, subraya la importancia de contar en este proceso con la participación de personas con discapacidad y sus organizaciones representativas.