Ocho de cada diez cuidadores de personas con demencia son mujeres

Fecha

18/07/2017

Medio

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Ocho de cada diez cuidadores de personas con demencia son mujeres entre 45 y 65 años, un perfil que "prácticamente no ha variado en los últimos años", "Estamos hablando de un cuidado permanente durante seis u ocho años; eso condiciona la vida de esa cuidadora".

Así lo ha asegurado hoy la trabajadora social del Centro de Salud de El Sardinero, Ana María González, que ha participado en el curso de verano de la Universidad de Cantabria (UC) ‘El cuidado de la demencia en Cantabria. ¿Estamos a la altura del reto?’, que se desarrolla en la sede de Laredo.

Codirigido por Pascual Sánchez, FEA Neurología del Hospital de Valdecilla, y Carmen María Sarabia, profesora ayudante de la UC, el seminario pretende profundizar en el abordaje integral de las demencias así como en los últimos avances en su diagnóstico.

González ha intervenido en el curso para hablar del proceso que atraviesan los cuidadores de enfermos con demencia, cuáles son las diferentes necesidades que se les plantean a lo largo de ese proceso y también de los diferentes tipos de intervención social a cuidadores que se están prestando en estos momentos.

Bajo su punto de vista, "aún queda mucho camino" a la hora de atender a los cuidadores. "Yo llevo treinta años trabajando en esto y creo que en los últimos años, a raíz de la aprobación de la Ley de Dependencia, se ha avanzado mucho, pero aún así, me encuentro todos los días en mi consulta cuidadoras que llegan desorientadas, cansadas y con sentimiento de soledad ante la enfermedad".

González se ha referido a la patología del cuidador, una serie de síntomas entre los que se encuentran la afectación psicológica como "no ser capaz de identificar los problemas propios y estar siempre en disposición de atender las de la persona dependiente".

Cuando llegan al Centro de Salud las personas cuidadoras "se rompen, porque ya no pueden más", ha explicado.

Ha recordado que "en muchas ocasiones se genera una problemática familiar" y, en última instancia, la salud física de los cuidadores se ve afectada porque estas personas "son mucho más vulnerables". Además, ha asegurado que en muchas ocasiones,las cuidadoras se niegan a dejarse ayudar y "eso es síntoma de su patología".

Durante el monográfico también se ha abordado la toma de decisiones a la que se enfrenta la persona cuidadora, como por ejemplo, tener que llevar al familiar con demencia a un centro de día o a un centro asistencial.

En este sentido, ha enfatizado que "los recursos sociales de apoyo existen y eso no significa que el cuidador abandona a su familiar", insistiendo en que "son precisamente eso, recursos que ayudan a seguir cuidando al enfermo". "En muchas ocasiones hay que tomar esa dura decisión y yo suelo trabajar con las cuidadoras ese asunto porque siguen dando afecto, cariño, siguen cuidando hasta el final de la vida incluso cuando el enfermo ingresa en una residencia", ha concluido.

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