La fatalidad quiso que la víctima, un hombre de 41 años que sufre una severa discapacidad que disminuye su movilidad, sufriera una caída cuando atravesaba la peligrosa calzada de la carretera de León, a la entrada de Becilla de Valderaduey, y que instantes después el conductor de un coche le atropellara cuando estaba tendida sobre la calzada. Apenas faltaban unos minutos para las seis y media de la mañana de este viernes cuando se produjo el accidente en el que perdió la vida Álvaro Carro, de 41 años, vecino de Valladolid, pero que pasa sus vacaciones en Becilla, de donde es natural su padre.
El siniestro ha tenido lugar a las 6:20 horas en una raqueta de la N-601 situada en la entrada del Becilla, a la altura del kilómetro 256, ya en la travesía, limitada a 50 kilómetros por hora. El peatón, que acababa de llegar al pueblo para pasar unos días de vacaciones y que sufre una esclerosis múltiple que le obliga a caminar con muletas, había salido a pasear a primera hora de la mañana y, según todos los indicios, justo cuando se disponía a cruzar la calzada de la carretera de León sufrió una caída y quedó tendido sobre la calzada. El conductor de un turismo le arrolló instantes después. «No le vio», han confirmado fuentes de la investigación.
«Ha sido una noticia terrible para los vecinos», ha lamentado la alcaldesa de la localidad
Él mismo alertó a los servicios de emergencia y los sanitarios que acudieron al lugar solo pudieron confirmar el fallecimiento del peatón. Los agentes, en un primer momento, no pudieron identificarle y fue necesaria la presencia de una vecina, que le reconoció. Era Álvaro, de 41 años, cuyos padres tienen su domicilio habitual en la capital y que precisamente habían llegado apenas un día antes a la casa familiar para pasar las vacaciones.
«Ha sido una noticia terrible para los vecinos», ha lamentado la alcaldesa de Becilla, Rosa María González, quien ha explicado que son una familia «conocida y querida en la localidad» antes de mostrar su consternación por lo ocurrido.
La víctima, según han relatado los vecinos, tenía la costumbre de salir a pasear temprano por el entorno de su pueblo. La mala suerte, según todos los indicios, se ha cruzado a primera hora de la mañana de hoy en su camino.
