Más de la mitad de las mujeres con discapacidad han sufrido violencia de género

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25/11/2013

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Durante todo el día de hoy, 25 de noviembre, Día Internacional por la Erradicación de la Violencia de Género, multitud de actos en los lugares más recónditos y visibles de España tratarán de concienciar a la población de que es necesario que se impliquen para acabar con una ponzoña que, por desgracia, abre todavía demasiados noticiarios: la violencia machista.

El acto central –por lo que guarda de oficial- ha estado presidido por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato en el que como es tradicional, se leyeron los nombres de las 43 mujeres asesinadas en lo que va de año por hombres con los que habían mantenido una relación.

El Consejo de Europa dice que el 40% de las mujeres con discapacidad sufre o ha sufrido algún tipo de violencia. Sin embargo, la vicepresidenta de la ONCE, Teresa Palahí, asegura que estos datos se han quedado obsoletos ya que hablamos de “casos muy difíciles de detectar” y hasta ahora no se habían hecho estudios acerca de esta problemática.

Palahí presentó ayer en Bilbao la estrategia de lucha contra la violencia de género de la ONCE que se asienta en cinco áreas principales: diagnóstico, información, formación, concienciación, orientación y apoyo de las víctimas. Hasta ahora no se había contemplado la variable de discapacidad en los casos de violencia de género, algo que ha comenzado a estudiarse en los diferentes programas de lucha contra esta problemática y que revela datos preocupantes.

Asimismo, la Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad (Cemudis), al igual que el Comité Español de representantes de Personas con Discapacidad, ha exigido que se incorpore el indicador de la discapacidad en todas las estadísticas de violencia contra las mujeres, tanto mayores como menores de edad, de cualquier ámbito territorial.

En un manifiesto hecho público, Cemudis reclama asimismo, que se incorpore la discapacidad en las campañas de prevención y sensibilización contra este tipo de violencia, que han de ser, por tanto, accesibles para todos, y que se incluya la perspectiva de la discapacidad en todos los proyectos subvencionados con fondos públicos que estén relacionados con la violencia contra la mujer y que se garantice el acceso a las mujeres y niñas con discapacidad víctimas de violencia a todos los bienes, servicios y recursos a los que tiene derecho cualquier mujer afectada porEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Tiene... en su lugar. la violencia de género.

CIFRAS ESCALOFRIANTES

Las fuerzas policiales han evaluado este año la situación de riesgo ante la violencia de género en que se encontraban 1.013 chicas de entre 14 y 17 años en España. En total, 143 expedientes fueron supervisados por los Mossos d’Esquadra y 870 fueron competencia del sistema de seguimiento de la Policía Nacional, que encontró entre ellos a 113 adolescentes en riesgo “bajo”, 27 en riesgo “medio”, ocho que afrontaban un riesgo “alto” y sólo una en situación “extrema”.

Así lo recogen los datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género actualizados a 31 de octubre, que arrojan el balance de diez meses de actuación policial en la evaluación del riesgo de las mujeres que denuncian malos tratos, junto a información estadística sobre otros aspectos de la protección frente a delitos, como el sistema de teleasistencia móvil para mujeres o las llamadas al 016.

En cuanto a las mujeres mayores de 18 años, los datos oficiales revelan que la Policía ha detectado este año 11 casos de mujeres en situación de riesgo extremo frente a su maltratador tras evaluar el nivel de amenaza en que se encontraban 305.214. De todos estos expedientes, 65.118 seguían activos, es decir, en seguimiento, al cierre del mes de octubre.

Como resultado de la evaluación, se dijo que 48.700 mujeres no estaban en situación de riesgo, mientras que 13.409 se apreció que éste era “bajo”, en 2.866, “medio”; en 132 se diagnosticó como “alto” y en los once casos ya mencionados la policía llegó a la conclusión de que el nivel de peligrosidad en que se encontraba la víctima era “extremo”.

Se trata del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VdG o VIOGÉN) que gestiona la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior con el objetivo integrar toda la información de interés que se estime necesaria sobre la víctima, hacer una predicción del riesgo que corre y, en función del mismo, realizar un seguimiento de su caso y establecer medidas de protección.

Además, tiene vocación preventiva y emite avisos ante cualquier incidencia o acontecimiento que pueda poner en peligro la integridad de la víctima, con el objetivo final de “establecer una tupida red que permita el seguimiento y protección de forma rápida, integral y efectiva de las mujeres maltratadas, y de sus hijos e hijas, en cualquier parte del territorio nacional”, conforme explica la Delegación.

Desde la creación de esta herramienta en julio de 2007, y hasta el pasado 31 de octubre, se han realizado 1.351.740 valoraciones de riesgo, incluidas en esta cifra las revisiones que se efectúan de forma periódica, según datos ofrecidos este lunes por el Ministerio del Interior. De ellas, 422.511 son Valoraciones Policiales del Riesgo (VPR) -formulario que se utiliza cuando la víctima presenta la correspondiente denuncia- y 929.229 Valoraciones Policiales de Evolución del Riesgo (VPER), que se utiliza para el seguimiento por parte de los especialistas.

CONTROL “ABUSIVO” DE JÓVENES POR SUS NOVIOS

Un reciente estudio elaborado por catedrática de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, María José Díaz Aguado, para el Ministerio de Sanidad reveló que el 28,8 por ciento de las adolescentes en España ha sido objeto de un “control abusivo” por parte de su novio y un 25,1% se ha visto controlada mediante el teléfono móvil. El 6,3% ha sido presionada para actividades de tipo sexual y el 4%, ha recibido agresiones físicas.

El mismo estudio refleja que el 16,4% de los chicos reconoce haber intentado controlar a su novia “decidiendo por ella hasta el más mínimo detalle”, casi un 14% ha intentado ejercer ese control a través del móvil, el 13,3% ha insultado o ridiculizado a su pareja y el 11,4%, ha intentado aislarla de sus amistades. El 3,4% de los adolescentes afirma que ha pegado a su novia.

733 BRAZALETES ACTIVOS

Por otra parte, la estadística de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género indica que al cierre del mes pasado había 733 brazaletes GPS de localización de maltratadores activos, de los 3.500 de los que disponen los jueces para garantizar el cumplimiento de las penas de alejamiento.

Estos dispositivos sólo se aplican por orden judicial cuando hay una condena, no para cumplir las medidas cautelares que prohíben al maltratador acercarse a una distancia determinada de su víctima. La comunidad autónoma que tenía a 31 de octubre más sistemas en funcionamiento era Madrid, con 190 maltratadores localizados. Le seguía Andalucía, con 166, y Comunidad Valenciana, con 108.

En cuanto a las llamadas al teléfono gratuito de atención al maltrato 016, los datos oficiales arrojan cierto repunte en las llamadas en comparación con el año pasado. En octubre de 2012 se registraron 4.878, frente a las 3.823 de 2012. Asimismo, cambió la distribución de quienes instaron las comunicaciones: en el 24,5% de los casos fueron familiares o allegados de la mujer maltratada, un 1,5% más que en el mismo periodo del año anterior.

También se ha producido un incremento interanual en las usuarias del servicio de teleasistencia móvil de atención y protección (ATEMPRO). A 31 de octubre se contaban 10.506 usuarias de alta, un 9,8 por ciento más que en la misma fecha del año pasado, cuando eran 9.566 las mujeres que estaban recibiendo este servicio que las conecta 24 horas al día y 365 días al año a un centro de control especializado.

703 ASESINADAS EN LA ÚLTIMA DÉCADA

En la última década, 703 mujeres han sido asesinadas en España por los hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación sentimental, lo que significa que en este país se ha estado asesinando a más de una mujer cada semana durante diez años consecutivos.

La estadística, que comenzó a elaborarse en el año 2003 con vistas a la confección de la que sería la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, arrancó con la muerte de Yaneth, arrojada desde un segundo piso por el que era su novio en la localidad malagueña de Fuengirola, el 7 de enero de 2003.

En lo que va de año se han producido 45 homicidios, aunque podrían ser 48, ya que la Delegación del Gobierno mantiene aún cuatro casos en investigación acontecidos en Orense, Asturias, Zamora y Zaragoza, en espera de aclarar si los crímenes se ajustan a las particularidades de la violencia de género.

Sólo nueve de las 45 fallecidas habían denunciado alguna vez que estaban sufriendo malos tratos. Menos de la cuarta parte de las más de setecientas mujeres asesinadas en estos años se habían decidido a dar este paso.

MÁS DE DOS MILLONES DE MUJERES

Según la última macroencuesta sobre violencia de género en España elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, una de cada diez mujeres han sufrido malos tratos alguna vez en su vida, lo que significa que más de 2,15 millones de ciudadanas han pasado por esta privación de sus derechos fundamentales. La misma estadística estima que 600.000 habían sido objeto de la violencia de género en el año anterior, 2011.

En este sentido, el Observatorio de Violencia Doméstica y de Género adscrito al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) señala que en España se registran anualmente en torno a 140.000 denuncias por delitos o faltas relacionadas con la violencia machista y la mayoría de las sentencias en los juicios que se generan en consecuencia resultan ser condenatorias.

Además, la macroencuesta del CIS reveló un aumento en el porcentaje de mujeres que superan la violencia y siguen adelante con su vida. En 1999 el 2,9% de las entrevistadas dijo haber salido de esta situación, en 2006 supusieron el 4,6 por ciento, y, en 2011 ya representaban casi el ocho por ciento de quienes habían reconocido que en algún momento sufrieron los malos tratos del hombre a quien tenían por pareja.

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