Según la ONCE, más del 99% de este alumnado estudia en centros educativos ordinarios, donde cuentan con el apoyo de los Equipos Específicos de Atención a las personas con discapacidad visual fruto de los convenios de colaboración entre la organización y las diferentes administraciones educativas.

Estos más de 400 docentes (262 de ONCE y 162 de las administraciones públicas) son el profesional de referencia o coordinador del Plan Individual de Atención Educativa del alumno o alumna asignado en cada zona. La cobertura arranca con el nacimiento -con un programa de atención temprana- y prosigue durante la Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria, Formación Profesional, Bachillerato y Universidad, e incluso en la etapa adulta si se trata de estudios reglados.

De esta manera, en el presente curso, 2019/20, su actividad dará cobertura a esos 7.413 estudiantes ciegosEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Personas ciegas en su lugar. y deficientes visuales, entre los que se incluye el alumnado con sordoceguera u otras discapacidades asociadas a la visual.

Por nivel educativo, 1.388 comienzan la Educación Infantil; 1.514 están escolarizados en Educación Primaria; 1.004 han llegado a Secundaria Obligatoria; 262 cursan Bachillerato; 349 se preparan en la Formación Profesional; 773 se enfrentan a la Universidad, y 2.123 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.

La labor de los Equipos Específicos se coordina desde los cinco Centros de Recursos Educativos (CRE) que la ONCE tiene en diferentes puntos de España para una cobertura global. Del mismo modo, el número de maestros está distribuido entre los diferentes equipos: 53 en el CRE de Alicante, 94 en el CRE de Barcelona, 126 en Madrid, 26 en el centro de Pontevedra y 125 en Sevilla.

INTERVENCIÓN

Según la ONCE, la tarea de estos maestros consiste en valorar al alumnado y elaborar una propuesta de intervención aplicada individualmente. Esto requiere la coordinación con otros profesionales, pertenecientes tanto a la ONCE (Técnico de Rehabilitación, Instructor en tiflotecnología y braille, Psicólogo, Pedagogo, Monitor de ocio y tiempo libre, coordinador de Animación Sociocultural y Promoción Deportiva, Trabajador Social…), como a las administraciones (orientadores, maestros en pedagogía terapéutica, tutores de aula o especialistas, etc.).

La atención prestada varía en función de las necesidades de cada alumno: desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al centro escolar del estudiante, a una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión dentro y fuera del aula, en aspectos académicos y relacionados con lo social (recreo, deporte, ocio y tiempo libre).

El desplazamiento a los centros donde se escolariza el alumnado con ceguera o deficiencia visual es a veces imprescindible para poder llevar a cabo sus actuaciones, una labor habitual de estos profesionales que se conocen a veces como maestros itinerantes, con visitas diarias, semanales, quincenales o trimestrales, en función de las necesidades.

Las áreas de intervención son muy diversas y arrancan con los primeros años y el aprendizaje de las instrumentales básicas (alfabetización y enseñanza del sistema braille), para proseguir con la enseñanza de la tecnología (adaptada en cada caso), la autonomía personal (orientación y movilidad), competencias sociales, ajuste a la discapacidad, estimulación visual, adaptación de materiales de todo tipo, información y dotación de recursos y materiales, transcripción de textos a braille o sonido.

La labor de los profesionales de los Equipos Específicos, fruto de los convenios de colaboración entre la Administración educativa y la ONCE, no solo se desarrolla con los escolares y los centros, sino también con las familias.

A estas últimas se les ofrece información sobre las necesidades y capacidades de sus hijos e hijas y sobre el trabajo que se realiza con ellos, aportando los recursos humanos y materiales necesarios para que la inclusión de este alumnado sea una realidad, también desde casa.