El consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, ha ofrecido un balance de la red pública de atención social a personas con enfermedad mental del que se puede desprender que en los últimos ocho años la Comunidad de Madrid ha cuadruplicado las plazas asistenciales para atender a este tipo de usuarios. De este modo, de las 1.269 plazas que había en 2003 se ha pasado a las 5.629 contabilizadas a enero de 2012.
Según explicó el consejero durante su visita a la residencia ‘Hortaleza’ para personas con enfermedad mental, estas plazas se distribuyen en recursos “que se adaptan al diagnóstico y a las circunstancias de cada usuario, siguiendo las características que marcan toda la red de atención social de la Comunidad de Madrid: la especialización y la territorialización y la distribución de los centros y recursos por toda la Región”.
Además, entre los datos que ofreció el consejero destaca que sólo en 2011 fueron atendidos en los servicios sociales para personas con enfermedad mental cerca de 7.200 usuarios (un 7% más que en 2010) y se crearon 111 nuevas plazas asistenciales. Del total de personas atendidas, el 63,5% eran hombres y el 36,5%, mujeres.
La mayoría de las personas que han sido atendidas están diagnosticadas de esquizofrenia (80%). El 25% de los usuarios tienen edades comprendidas entre 18 y 30, el resto son mayores de 30 años, siendo la edad media de las personas que están en la red de unos 35-40 años. Si hacemos referencia al nivel educativo, el 60% tiene un nivel de estudios equivalente a la educación obligatoria, el 30% tiene Bachillerato o ha realizado un módulo de formación profesional y el 10% restante cuenta con estudios universitarios.
En cuanto a la distribución territorial, el consejero apuntó que existe un reparto de casi el 50% entre la capital, que aglutina el mayor número de habitantes de la región, y el resto de los municipios madrileños.
Así, de las 5.629 plazas existentes, 3.090 se encuentran en Madrid capital y el resto están distribuidas por los municipios de la región. Incremento presupuestario del 552% Victoria también apuntó que del mismo modo que se ha producido un incremento importante de los recursos, los fondos destinados a la atención social de la enfermedad mental también han experimentado un crecimiento definitivo cercano al 552% desde 2003, con un gasto acumulado de 362,5 millones de euros. Sólo en 2012, la Consejería de Asuntos Sociales dedicará 64,7 millones a la atención de personas con enfermedad mental.
El consejero explicó los diferentes recurso de que dispone la red pública de atención social a personas con enfermedad mental, desde la que, según señaló, “se trabaja de forma estrecha y complementaria con los servicios de salud mental dependientes de la Consejería de Sanidad”.
Así, existen residencias y pisos supervisados, Centros de Rehabilitación Psicosocial, Centros de Día de Soporte Social, Centros de Rehabilitación Laboral, Equipos de Apoyo Social Comunitario y Servicios de Atención Social y apoyo a la Reinserción Social de Enfermos Mentales Crónicos sin Hogar.
Concretamente, la región dispone de 23 Centros de Rehabilitación Psicosocial, 31 Centros de Día de Soporte Social, 20 Centros de Rehabilitación Laboral, 35 Equipos de Apoyo Social Comunitario, 21 residencias, 55 pisos supervisados, 22 plazas de alojamiento en pensiones y un Proyecto de Rehabilitación e Inserción Social de Personas Enfermas Mentales.
Los Centros de Rehabilitación Psicosocial son recursos que ofrecen planes individualizados de apoyo a la integración y actividades de apoyo social para que los usuarios alcancen el mayor grado de autonomía posible y se integren en la sociedad; además, conceden asesoramiento y apoyo a las familias.
Por su parte, en los Centros de Día de Soporte Social se diseñan programas y actividades de apoyo y soporte social para las personas con mayores dificultades de funcionamiento, con mayor grado de aislamiento y dependencia, para que alcancen un mínimo de autonomía en las mejores condiciones posibles.
En los Centros de Rehabilitación Laboral ayudan a las personas con enfermedad mental que han alcanzado un buen nivel de autonomía a aprender o recuperar hábitos laborales, a integrarse en el mundo laboral y mantenerse en él.
Según explicó el consejero, en 2011, los CRL de la Comunidad de Madrid atendieron a 1.260 personas, de las que 619 accedieron a un empleo, cifra que representa un 49% del total de las personas atendidas.
En este sentido, se mostró plenamente satisfecho de los resultados cosechados en este recurso, “puesto que las cifras de inserciones laborales han crecido cinco puntos porcentuales respecto a las obtenidas en 2010, lo que refleja el buen trabajo realizado por los profesionales que trabajan en estos centros”. Así, les felicitó por su esfuerzo e implicación y les transmitió la importancia que tiene para la sociedad madrileña “poder contar con las capacidades de las personas a las que atienden”.
Un recurso pionero de atención domiciliaria Victoria también destacó la labor que desempeñan los Equipos de Apoyo Social Comunitario, “un recurso pionero que ya cuenta con 35 dispositivos para ofrecer atención social domiciliaria a las personas con enfermedad mental severa que requieren una asistencia de este tipo para poder mantenerse en su entorno familiar y comunitario”.
“Se trata de acercar los recursos al usuario cuando a éstos les resulta imposible acudir por sí mismos”, explicó el consejero, quien también apuntó que este es un ejemplo “de la especialización y de la calidad de la red de atención social a personas con enfermedad mental de la Comunidad de Madrid”, añadió Victoria, quien también indicó que “apoyar a estas personas, conocer sus necesidades sociales, potenciar su integración, ayudarles en la inserción laboral y favorecer su autonomía y su plena participación en la sociedad es mejorar su calidad de vida”.
En este sentido, el consejero manifestó el compromiso del Gobierno regional con las personas que tienen dificultades psicosociales y problemas de integración a causa de trastornos mentales severos “para ofrecerles las mismas oportunidades que cualquier otro ciudadano y garantizarles una vida en plenitud”.