El Párkinson es trastorno neurológico, más común en las personas de avanzada edad, que se caracteriza por una extrema lentitud de los movimientos voluntarios, debilidad y rigidez muscular, además de temblor rítmico de algunas partes del cuerpo. Esta es una dolencia que afecta, solo en España, a unas 160.000 personas, según los últimos datos estadísticos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Asimismo, la SEN afirma que el número de afectados porEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Tienen ... en su lugar. Párkinson se irá triplicando en España hasta el año 2050, por lo que investigar los síntomas tempranos de la enfermedad puede ser clave para su prevención.
Un grupo de investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres acaban de publicar en la revista ‘JAMA Neurology‘ un estudio sobre dos nuevas señales de alarma importantes para la prevención de la enfermedad. Estas señales son la audición y la epilepsia.
Es cierto que los primeros signos de la enfermedad ya se habían descrito con anterioridad, pero hasta la fecha todos los estudios que se han realizado se han centrado en las poblaciones caucásicas. Apenas se ha tenido representación de pacientes de grupos étnicos minoritarios, y mucho menos de las zonas en las que apenas tienen recursos.
Con esta nueva investigación, realizada en el Reino Unido, se ha conseguido proporcionar más evidencias en los síntomas, usando datos de una población urbana diversa por primera vez. Para dicha muestra, los investigadores han usado los registros electrónicos de atención médica primaria de más de un millón de personas que vivían en el este de Londres entre 1990 y 2018 para explorar los síntomas tempranos que podían estar relacionado con la enfermedad.
El estudio neurológico que hay que comprobar con el paso del tiempo
Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria, ha explicado que este es un estudio que hay que «comprobar con el paso del tiempo y en función de la evolución de cada paciente». Añade que «el Párkinson es una enfermedad neurológica que no tiene cura, pero que cuenta con tratamientos para poder ralentizar los síntomas del propio trastorno. Es cierto que la epilepsia o la falta de audición pueden ser nueva señales, pero se corre el riesgo de no realizar un diagnostico correcto al paciente si estas no están asociadas a otros síntomas de la enfermedad».
Por otra parte, desde la Asociación de Párkinson de Aragón, aseguran que esta investigación es muy interesante y positiva y que «Apoyamos cualquier tipo de inversión, estudio e investigación que tenga relación con la enfermedad, cuestiones necesarias para conocer su desarrollo y su evolución».
«También consideramos importante la colaboración voluntaria de pacientes en este tipo de estudios. En nuestro caso, siempre que ha sido necesario nos hemos prestado para ayudar tanto en los programas del Hospital Miguel Servet como en la Universidad San Jorge de Zaragoza», concluyen desde la Asociación de Párkinson.
Noticia de Sara Caro.