Los síntomas cognitivos han sido comunicados el 94 por ciento del tiempo durante los episodios de depresión y también se han mostrado prevalentes entre episodios (44% del tiempo), cuando se consideraba que un paciente estaba en remisión, según han señalado los expertos de la ‘II Reunión de Expertos en Psiquiatría’.
Los síntomas cognitivos tienen un elevado impacto en el entorno laboral al ser causa de absentismo y de pérdida de productividad. Así, el coste de la depresión en la Unión Europea se ha estimado en más de 92.000 millones de euros en 2010, han explicado.
Así, la pérdida de productividad provocada por el absentismo y presentismo representa en torno al 50 por ciento de todos los costes relacionados con la depresión, aseguran.
De hecho, los psiquiatras han señalado que los síntomas cognitivos de la depresión «están entre los síntomas residuales más frecuentes a pesar del tratamiento».
En concreto, la depresión causa un «deterioro funcional significativo y reduce la calidad de vida en todas las esferas de la persona», tanto en el entorno laboral, social y familiar, por lo que el objetivo último del tratamiento se dirige hacia la recuperación funcional, han argumentado.
Para los participantes del encuentro, la recuperación funcional solo se logra con la remisión completa del cuadro, la desaparición de síntomas afectivos, cognitivos y/o somáticos.
Los llamados ‘síntomas residuales’ como síntomas de pérdida de atención, concentración o memoria, dificultan una funcionalidad adecuada e impiden que se pueda hablar de que el paciente se ha recuperado de un episodio depresivo.
Tanto estos como los cognitivos, son «muy frecuentes» y se asocian a un curso negativo de la enfermedad, ya que el riesgo de recaídas, recurrencias, suicidio y discapacidad social se ve incrementado.
Como promedio, tras la respuesta antidepresiva suelen persistir dos síntomas residuales, destacando los problemas cognitivos, la falta de energía y los trastornos del sueño, que están presentes del 35 al 44 por ciento del tiempo.
¿COMO MEJORAR LA ADHERENCIA AL TRATAMIENTO?
Entre los factores que inciden en el incumplimiento terapéutico se encuentran los relacionados con el propio paciente; con la enfermedad; el profesional sanitario y la relación que mantenga con el paciente, y el tratamiento farmacológico.
El establecimiento de una «buena alianza terapéutica» entre médico y paciente es una» pieza clave del éxito terapéutico, un marco de confianza sólido donde poder llegar a acuerdos sobre el tratamiento» y su posterior seguimiento, ya que el 25-44 por ciento de los pacientes con depresión que reciben un ISRS, lo suspende durante los 3 primeros meses de tratamiento por presentar efectos adversos, han advertido.
A su vez, las alteraciones en el peso, sexualidad y sueño hacen que un porcentaje elevado de pacientes abandone el tratamiento prescrito y presente recaídas de los síntomas de la depresión, recaídas que son también más frecuentes en los pacientes que dejan de tomar el tratamiento de forma precoz.
Por último, los tratamientos actuales son «cada vez más eficaces, seguros y mejor tolerados», lo que contribuye a mejorar la adherencia terapéutica.