La casualidad ha hecho que la exhumación de Franco coincida con el Día Mundial de la Poliomielitis, que sacudió a la población infantil española entre 1950 y 1964. Son los “niños de la polio” a los que el franquismo no dio la vacuna a tiempo y “condenó” a la enfermedad, denuncia a Efe una afectada, Rosa Hernanz.
En este día reivindican que no se olvide “el sacrificio al que fueron sometidos aquellos más de 2.000 niños que murieron, que fueron también mártires del régimen de Franco, así como la tortura a la que nos condenó a los más de 35.000 enfermos que todavía hoy arrastramos nuestros cuerpos maltrechos en busca de Justicia”.
Así reza el manifiesto que han impulsado para conmemorar el Día Mundial de esta enfermedad que invade el sistema nervioso, puede causar parálisis en cuestión de horas y sus síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En España, la vacunación masiva comenzó a mediados de 1963 aunque desde comienzos de los cincuenta existía una vacuna, desarrollada por Jonas Salk, y en 1961 se comercializó otra, la del doctor Albert Sabin, que se administraba con un terrón de azúcar.
Rosa Hernanz, del colectivo Niños y Niñas de la Polio, ha criticado no solo que se empezase tarde a vacunar sino la forma en que se hizo.
“Las llevaban por los pueblos en burros y en neveras de la Coca-Cola, imagínate como llegarían, caducadas”.
De hecho, dentro del colectivo hay personas que fueron vacunadas en 1970 y se contagiaron del virus “porque las vacunas estaban en malas condiciones y no aplicaban las dosis recomendadas”.
Rosa nació en 1961 y dos años después contrajo la enfermedad, poco antes de que comenzase la vacunación gratuita, a pesar de que su madre, una persona “informada”, la había llevado al médico para que la vacunase.
La respuesta del doctor fue: “Aquí epidemia no hay, la vacuna no está perfeccionada. Yo tengo cinco hijos y a ninguno he vacunado”.
“La vacuna la darían a los que tenían dinero”, lamenta Rosa, que, al igual que el resto de afectados, tiene síndrome postpolio (SPP), a consecuencia del cual deben llevar sillas de ruedas, algunos están encamados y dos han fallecido, según denuncian.
Es su caso, que antes caminaba ayudada de bastones y ahora tiene que usar silla de ruedas. Además, solo hablar le produce fatiga, tiene problemas de deglución y afectación en órganos como los pulmones y los riñones.
Entre las peticiones del colectivo, está la de que se elabore un censo de afectados de polio para que “se nos haga un resarcimiento por lo que el franquismo nos hizo” y otro de SPP con el fin de que se siga investigando.
Este síndrome está reconocido por la OMS como un problema de salud que afecta a la calidad de vida de las personas que han padecido la polio.
Un informe del Instituto de Salud Carlos III estimaba ya en 2002 que el SPP podría afectar en España a una población que oscilaría entre 10.662 y 36.253 personas y lo definía como un “complejo sintomático” consistente en fatiga progresiva, debilidad muscular y dolor que aparece varias décadas después de un episodio de polio.
Médicos “bien formados e informados” sobre el SPP y rehabilitación y fisioterapia diaria y actualizada, ya que ahora reciben sesiones “veinte días dos veces al año”, son otras de sus peticiones.
El colectivo, además, solicita “pensiones dignas” equiparables al salario mínimo interprofesional para las personas que no hayan podido trabajar ni cotizar a causa de la enfermedad y la reducción del tiempo de espera para los certificados de discapacidad.
En estas reivindicaciones, remitidas al secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, denuncian que “hasta el momento, todos los gobiernos” les han “vuelto a dar la espalda” y les han “escondido” como si fuesen “una vergüenza nacional”, e informan de que se han visto “obligados” a presentar una querella ante la Justicia argentina.
Los afectados se han reunido con la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, y con Blanco, y han enviado cartas a los titulares de Justicia y Trabajo, pero, según Hernanz, no les han ofrecido ningún compromiso. “Todo muy futurible”.
Para conmemorar el Día Mundial, los afectados han convocado un acto frente al Congreso de los Diputados, hasta donde se acercarán con sus sillas de ruedas y cortarán la carrera de San Jerónimo durante media ahora.
Además, se tumbarán en la calle, cubiertos con sábanas con ataudes pintados y rodeados de velas para simbolizar su muerte a causa del síndrome postpolio.