Profesionales de la farmacia reflexionaron este martes sobre la actitud frente a la discapacidad sobrevenida y la accesibilidad de las personas que van en silla de ruedas, durante una mesa redonda organizada por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos en la sede de Servimedia.
Así se puso de manifestó en la jornada ‘Accesibilidad. Soluciones desde la Farmacia’, que analizó el papel de los farmacéuticos y su función en la eliminación de barreras y la mejora de la accesibilidad.
La primera mesa redonda ‘Si la vida te da limones, pide tequila’ contó con la participación de la tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Ana López Casero Beltrán, y el embajador de la Fundación para el Fomento del Desarrollo y la Integración (FDI), Fernando Vega de Seoane, empresario, padre de cinco hijos y autor del libro cuyo nombre da título a la mesa redonda.
Vega de Seoane quedó parapléjico en enero de 2022 en un accidente de esquí y ha plasmado su experiencia vital en el libro ‘Si la vida te da limones, pide tequila’, editado por Planeta. Ana López conversó con el autor y comenzó preguntándole qué hacer “cuando la vida golpea de esa forma”.
“Él tiene su receta y en esa receta hay amor, alegría y optimismo. Entre vida o muerte, Fernando elige siempre vida y ha convertido la adversidad en una aliada”, explicó al auditorio la presentadora de la mesa redonda.
BATALLA MENTAL Y FÍSICA
Por su parte, el empresario y ahora embajador de la FDI destacó que “la batalla mental es la más difícil de ganar”, ya que “no se puede elegir las cosas que te pasan en la vida, pero sí decidir cómo te las tomas”.
Habló también sobre la accesibilidad y sobre las barreras que tienen las personas en silla de ruedas para afrontar su día a día, que hoy considera como una amiga con la que transitar por el mundo. “La rueda es el mejor invento del hombre”, afirmó el autor del libro, que ahora se está construyendo una casa más accesible para su situación actual.
Recordó cómo fueron sus primeros momentos: “Yo noté perfectamente la lesión cuando estaba en la nieve, ya sabía lo que estaba pasando. Me metieron en la UCI y me puse a llamar a todo el mundo con el collarín, las vías, y con los ruidos de las máquinas, para decir que había sido un accidente de esquí”.
A partir de ahí comenzó a hacer un vídeo diario de un minuto desde el hospital todos los días contando su evolución, que publicaba en su perfil de Instagram y acabó viralizándose. “Ayudaba a la gente a superar sus problemas del día”, destacó el autor del libro, así que comenzó a animar a las personas de su entorno a vivir el hoy “con alegría”.