Familias con hijas e hijos sordos aseguraron este jueves que privar la lengua de signos a la infancia es una “forma de violencia” y que el síndrome de privación lingüística es un atentado contra los derechos de la infancia y la adolescencia que se ejerce de manera sistemática contra la infancia sorda y sordociega de España, lo que acarrea graves “problemas lingüísticos, cognitivos y psicosociales”.
Así lo manifestó la presidenta de la asociación de familias con hijas e hijos sordos de Cataluña Volem Signar i Escoltar, Marian González, quien compareció este jueves en la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados para denunciar la situación de vulneración de los derechos de la infancia y de la adolescencia sorda en España.
Durante su intervención, Marian González relató cómo a esta asociación llegan familias con hijas e hijos sordos a los que no se les ha dado la posibilidad de adquirir la lengua de signos, la única que desarrollan de manera natural. Asimismo, manifestó que las familias “no suelen disponer de una información completa y veraz” en todo aquello que concierne a la sordera, y ha referido que algunos padres y madres aseguran que “sus otorrinos de referencia les dicen que signar es un obstáculo para el desarrollo de la lengua oral” cuando ciencia y legislación apuntan a todo lo contrario. “No se les ayuda a tomar las decisiones más adecuadas que faciliten el progreso cognitivo y emocional de sus hijos en un contexto de plena integración”, culminó.
BILINGÜISMO
Volem Signar i Escoltar colabora con otras entidades de familias con hijos sordos como Abipans (Asociación Bilingüe de Familias de Niños Sordos de la Comunidad de Madrid) y Anpanxoga (Asociación de Pais e Nais de Nenas y Nenos Xordos de Galicia), para que la infancia sorda cuente con todos aquellos recursos que favorezcan y aseguren su desarrollo integral, independientemente del grado y tipo de sordera, y desde el momento de su detección.
Para estas familias, todo alumno sordo tiene derecho a ser educado en su lengua natural, la lengua de signos, y a hacerlo dentro del aula, es decir con otros niños sordos y oyentes, de manera que se garantice su igualdad de oportunidades. “Apostamos por un enfoque bilingüe intermodal en el que esté presente la lengua de signos, acompañada de la lengua oral, y de las ayudas protésicas que se valoren oportunas, ya sea implantes cocleares, audífonos u otras”, manifestó.
Sin embargo, aunque en teoría están respaldadas por la Ley 27/2007, que permite elegir una modalidad educativa bilingüe, la presidenta de Volem Signar i Escoltar consideró que, “en España, pocas familias y personas sordas son tan afortunadas como para poder elegir una educación que cuente con la lengua de signos”. “La realidad nos muestra que, a pesar de contar con un gobierno que se autodefine comprometido con los derechos de nuestro colectivo, en la práctica es del todo insuficiente”, lamentó “.
“Carecemos de una red de centros de educación compartida bilingüe que garanticen el uso y el estudio de la lengua de signos y que cuenten con profesorado sordo, y en la enseñanza secundaria y universitaria, cada vez son más los estudiantes sordos que denuncian la escasez o ausencia de intérpretes en los centros en los que cursan sus estudios”, aseguró.
Para paliar esta situación y acabar con el fracaso escolar que el síndrome de privación lingüística conlleva, Marian González instó a la Administración a crear una normativa estatal de referencia que permita al alumnado sordo beneficiarse de una educación bilingüe que incluya la lengua de signos y que asegure, además, el acceso igualitario de estos alumnos sea cual sea la comunidad autónoma en la que estudian.