La tasa de paro de personas con discapacidad fue en 2011 más de cinco puntos superior a la de la población sin discapacidad

Fecha

07/12/2012

Medio

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El Empleo de las Personas con Discapacidad 2011. Explotación de la Encuesta de Población Activa y de la Base Estatal de Personas con Discapacidad.

El Empleo de las Personas con Discapacidad utiliza la información derivada de una integración de los datos estadísticos proporcionados por la Encuesta de Población Activa (EPA) con los administrativos registrados en la Base de Datos Estatal de Personas con Discapacidad (BEPD). Incorpora además datos sobre medidas de fomento del empleo procedentes de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), información sobre percepción de prestaciones procedente del Registro de Prestaciones Sociales Públicas del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y datos sobre dependencia del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD).

Todos los resultados se refieren a la población de edades comprendidas entre 16 y 64 años.

Características de la población activa con discapacidad

En 2011 había un total de 1.262.000 personas con certificado de discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), lo que supuso el 4,1% de la población total en edad laboral.

En los apartados siguientes se analiza la situación laboral del colectivo de personas con discapacidad que participa en el mercado de trabajo (activos), comparándola con la del resto de la población. Dado que en esta comparación pueden incidir, además de la discapacidad, otras características personales, se ofrece en primer lugar una panorámica de dichas características de los activos con y sin discapacidad.

En la población activa con discapacidad se observa mayor porcentaje de hombres, más peso de los grupos de 45 a 64 años y menos representación de las personas con estudios superiores que en la población activa sin discapacidad. Esto último puede determinar alguna
diferencia en la situación laboral, especialmente en la tasa de paro, entre ambas poblaciones.

Pasando al primer componente de los activos con discapacidad, la población ocupada, se observan en ella similares características en cuanto al sexo, la edad y el nivel educativo que las señaladas para los activos. La distribución según antigüedad en el empleo de los ocupados con discapacidad es muy similar a la que presenta el resto de los ocupados, con la única particularidad de ser ligeramente superior el porcentaje de ocupados en el tramo de ‘tres y más años’ de antigüedad en el empleo y levemente inferior el del intervalo ‘menos de seis meses’.

En cuanto a las ramas de actividad, los ocupados con discapacidad tienen más representación en las ramas ‘Actividades sanitarias y de servicios sociales’, ‘Actividades administrativas y servicios auxiliares’, ‘Administración Pública y Defensa, Seguridad Social obligatoria’ y en ‘Industrias extractivas y manufactureras’.

El porcentaje de asalariados con discapacidad en las empresas de 50 o más trabajadores del sector privado es del 2,0%, porcentaje en el que están incluidas las entidades especializadas en la inclusión social de las personas con discapacidad.

Finalmente, por lo que respecta a los desempleados, en la población con discapacidad en paro hay mayor porcentaje de hombres y de personas de 25 y más años (notablemente superior en los grupos de 45 a 64 años), a la vez que menor representación de parados con estudios superiores y mayor de desempleados con estudios primarios.

Discapacidad y mercado laboral: tasas de actividad, empleo y paro

Desde el punto de vista del mercado de trabajo, lo más destacable del colectivo de personas con discapacidad es su baja participación, con 461.600 personas activas y una tasa de actividad del 36,6% en 2011, casi 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad (76,4%). Esta tasa apenas ha variado a lo largo del periodo 2009-2011.

El número de personas con discapacidad ocupadas en 2011 era de 337.300 La tasa de empleo era del 26,7%, más de 30 puntos inferior a la medida para las personas sin discapacidad.

La tasa de empleo ha descendido en los tres años analizados, tendencia similar a la experimentada por la población sin discapacidad.

El número de personas con discapacidad en paro en el año 2011 fue de 124.400. La tasa de paro para este colectivo superó en 5,2 puntos a la de la población sin discapacidad.

La evolución a lo largo del periodo 2009-2011 muestra un aumento de dicha tasa, más notorio en el último año, con un crecimiento de 3,6 puntos. De hecho, y por primera vez, se ha incrementado más que para las personas sin discapacidad.

Discapacidad y mercado laboral según sexo

En 2011 había 200.200 hombres con discapacidad ocupados (el 59,4% del total), frente a 137.100 mujeres (el 40,6%).

Al igual que sucede para la población general, las mujeres con certificado de discapacidad tenían menos presencia activa en el mercado laboral. No obstante, su tasa de actividad estaba más próxima a la masculina que en la población sin discapacidad (33% frente a 39,6%).

La tasa de empleo de los varones con certificado de discapacidad superó en 5,2 puntos a la de las mujeres. Para el resto de la población de 16 a 64 años la diferencia fue de 11,8 puntos.

Por su parte, la tasa de paro de las mujeres con certificado de discapacidad en 2011 (27,6%) era superior a la de los varones (26,5%). La diferencia entre ambas era similar a la existente para la población sin discapacidad.

La evolución respecto al año 2010 de las tasas de paro y empleo fue negativa, tanto para los hombres como para las mujeres con discapacidad, con la excepción de la tasa de empleo femenina, que aumentó en 0,6 puntos. El desempleo aumentó en mayor medida que para las personas sin discapacidad, tanto en los hombres como en las mujeres.

Discapacidad y mercado laboral según edad

La edad repercute considerablemente en la brecha de participación existente en el mercado de trabajo entre la población de personas con discapacidad y el resto, que se manifiesta en una mayor incidencia del desempleo sobre la población más joven y de la inactividad en el grupo de mayor edad.

Respecto de la evolución por edad, los jóvenes con discapacidad fueron el único grupo que registró una caída en la actividad (0,2 puntos menos que en 2010) al tiempo que los mayores incrementos en el desempleo (6,4 puntos más que en 2010).

Para los mayores de 25 años con discapacidad la tasa de actividad creció, pero a menor ritmo que la de las personas sin discapacidad. En todos los grupos de edad el desempleo aumentó con mayor intensidad en el colectivo de personas con discapacidad de lo que lo hizo para la población general.

Discapacidad y mercado laboral según tipología de la discapacidad

La participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad.

Así, las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (54,4%). En el extremo opuesto, la deficiencia trastorno mental registró las menores (25,5%).

Por su parte, la tasa de actividad asociada al grado de discapacidad de menor intensidad (el inferior al 45%) se situó en el 54,1%. Según aumenta la intensidad de la discapacidad (hasta grado mayor o igual al 75%), la tasa de actividad disminuye hasta el 14,4%.

Ocupación y discapacidad

Respecto a su perfil laboral, la mayoría de los trabajadores con discapacidad son asalariados, tienen contrato indefinido y desempeñan su actividad en el sector servicios.

Así, el 89% de las personas con discapacidad que trabajó en 2011 lo hizo como asalariado (5,3 puntos más que las personas sin discapacidad) y el 76,9% de ellos tenía contrato indefinido (2,3 puntos más que para la población sin discapacidad).

El 83,7% de los ocupados con discapacidad trabajaba a jornada completa (2,6 puntos menos que las personas sin discapacidad). El 82,7% de los ocupados con discapacidad desempeñó su actividad en el sector Servicios, frente al 73,8% de quienes no tenían discapacidad.

Medidas que incentivan la participación en el mercado laboral ordinario

Entre las políticas destinadas a fomentar la actividad laboral del colectivo están las que favorecen su inserción en el empleo ordinario. Entre ellas cabe destacar las reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización, tanto para trabajadores asalariados como por cuenta propia y, en el caso de los trabajadores asalariados, la modalidad de contratación específica para trabajadores con discapacidad que, además de conllevar bonificaciones en las cuotas de cotización a la Seguridad Social, contempla determinadas subvenciones.

Durante 2011, el 25,7% de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social tenía algún tipo de deducción en las cotizaciones. Estas deducciones tuvieron mayor efecto sobre los asalariados que sobre los trabajadores por cuenta propia.

En el año 2011 el 26,5% de los asalariados con discapacidad tenía la modalidad de contrato específico de discapacidad.

Las deducciones en las cuotas de cotización y la contratación específica benefician sobre todo a la población masculina, al grupo de edad de 25 a 44 años, al grupo de discapacidad asociada a deficiencia sensorial y a las personas con grado de discapacidad de mayor intensidad.

Protección de la discapacidad y actividad

Las Prestaciones Sociales Públicas son pensiones y subsidios abonados con cargo a recursos de carácter público y cuya finalidad es cubrir situaciones de incapacidad, jubilación, muerte y supervivencia, protección familiar, desempleo para personas mayores de 52 años, y otras mejoras estatutarias y prestaciones complementarias. Por ello, suponen una importante herramienta de apoyo para la situación de discapacidad.

De cada 100 personas en edad laboral, ocho percibieron una prestación en el año 2011. En el caso específico de las personas con discapacidad el sistema público de prestaciones benefició a 719.400 (57 de cada 100). De ellas, un 19,3% (138.700 personas) eran activas.

Entre las personas con discapacidad perceptoras de prestaciones, el 83% (122.200) recibió la prestación debido a una incapacidad laboral. Por su parte, el 3,1% (22.200) de las personas con discapacidad que percibieron alguna prestación lo hicieron exclusivamente en términos no contributivos, es decir, sin haber cotizado previamente por ellas.

Otra medida de protección del colectivo de las personas con discapacidad lo constituye el reconocimiento de la Situación de Dependencia, tras la aprobación de la Ley 39/2006 de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia.

En 2011, el 16,5% de las personas con discapacidad (208.800) tenía también reconocida oficialmente la situación de dependencia. De estas, 17.500 (un 8,4% de las personas con discapacidad dependientes) permanecieron laboralmente activas.

Discapacidad y actividad por comunidades autónomas

Las comunidades que presentaron las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad en el año 2011 fueron Comunidad Foral de Navarra (46,2%) y Región de Murcia (42,7%). Dicha tasa también fue elevada en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (44,6%).

Por su parte, las menores tasas de actividad se registraron en Canarias (con un 29,5%) y Extremadura (30,9%).

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