La Presidencia de turno de la UE emplea “toda su energía” en la aprobación de la Tarjeta Europea de Discapacidad, cuya aprobación confía en hacer realidad antes de que termine el año.
Así lo aseguró este martes la secretaria general para la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, María Lledó, en el encuentro organizado por ‘AccessibleEU’ en Fndación ONCE para impulsar el diálogo entre industria, administraciones públicas y sociedad civil con el objetivo de mejorar la accesibilidad.
Según Lledó, la Presidencia española intentará que en el próximo Consejo de Ministros europeos del ramo de finales de noviembre “se llegue a una orientación general”. Es decir, “esperamos poner a todos los países de acuerdo” sobre las características y alcance que esta nueva Tarjeta Europea de Discapacidad debe tener. “Tened la seguridad de que estamos utilizando toda nuestra energía para ello”, dijo, y se mostró confiada en que el proyecto vea la luz a finales de año.
La Tarjeta Europea de Discapacidad busca equiparar el reconocimiento de esta condición y las prestaciones asociadas entre todos los estados miembro, de forma que si una persona con discapacidad se muda a otro país, tenga asegurado el acceso a los servicios y derechos que ya le fueron reconocidos.
Según Lledó, se trata de un proyecto “muy ambicioso e importante” que afecta a ámbitos muy distintos como el transporte, el ocio, la cultura, los servicios públicos, etc.
La eurodiputada por el Grupo de los Verdes, Katrin Langensiepen, subrayó por su parte la relevancia de esta iniciativa, que “beneficiará a 87 millones de personas en toda la UE”. Apuntó que la propuesta de directiva se presentó el 6 de septiembre y subrayó la disposición favorable del Parlamento Europeo a su aprobación.
UE SIN BARRERAS
También se refirió a este proyecto el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, que dijo confiar en su pronta aprobación. A su juicio, la equiparación de prestaciones que persigue esta tarjeta común es imprescindible para garantizar la libre circulación en la UE de las personas con discapacidad.
A la garantía de este derecho ayudará también la red de recursos que AccesibleEU busca desplegar, afirmó, cuyo objetivo consiste en fijar estándares de accesibilidad comunes en toda la UE y proponer soluciones para alcanzar esta accesibilidad universal.
En su opinión, es “responsabilidad de quienes tienen el conocimiento y la capacidad de tomar decisiones” trabajar en la eliminación de las barreras que impone la ausencia de accesibilidad. “Toda barrera supone una discriminación”, indicó, y agregó que “saber esto y no hacer nada significa aceptar un mundo donde impera la discriminación”.
Por eso, la UE decidió el lanzamiento del consorcio AccesibleEU que gestiona la Fundación ONCE, declaró Durán. “No habrá libre circulación en la UE si no hay accesibilidad física, no habrá Erasmus para todos sin universidades accesibles y no habrá tecnologías para todos sin el diseño adecuado”, insistió. “Las barreras de accesibilidad son mucho más que un escalón. De hecho, las peores son las de tipo mental”, afirmó.
ALIANZAS
Bajo el lema ‘Construyendo Comunidad, Conectando Stakeholders’, este encuentro de networking de AccesibleEU busca conseguir la implicación de los distintos actores relacionados con la accesibilidad universal.
Durán defendió la necesidad de alcanzar alianzas con “las empresas, los responsables políticos, la sociedad civil, las administraciones públicas…”, porque “el objetivo que nos han encomendado es tan ambicioso que solo lo alcanzaremos si logramos que forme parte de la agenda de toda la sociedad”, resaltó. Por suerte, Fundación ONCE “tiene una amplia experiencia” en este sentido.
En la apertura participó también el vicepresidente de Cermi, Roberto Suárez, quien definió Accesible EU como “un centro de recursos indispensable para el colectivo de personas con discapacidad”.
Entre otras acciones, trabaja para garantizar estándares de calidad en las comunicaciones de las personas sordas, impulsa el acceso a los medios de transporte en igualdad de condiciones, fomenta el desarrollo de tecnologías de la Información y la comunicación accesibles y proporciona directrices para el desarrollo de las políticas públicas de discapacidad. Para ello, ofrece formación, información y recursos centralizados.
Desarrollará un programa de capacitación a gran escala, pues “es preciso disponer de una red de profesionales expertos en accesibilidad en distintos ámbitos a nivel europeo”.
Según Suárez, asegurar la accesibilidad universal “es una cuestión de derechos”, con lo que el fin último del consorcio no es otro que lograr “la igualdad de oportunidades”.
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