La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta a más de 21 millones de personas a nivel mundial de los que, según ha denunciado la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de la mitad no están recibiendo la atención ni el tratamiento que necesitan.
Este organismo de Naciones Unidas recuerda en su página web que se trata de una enfermedad «tratable» mediante medicamentos y apoyo psicosocial que, sin embargo, no reciben la mayoría de estos afectados. En especial en los países en desarrollo, donde viven el 90 por ciento de estos pacientes no tratados.
El trastorno se caracteriza por distorsiones en el pensamiento, la percepción, las emociones, el lenguaje y la conducta, lo que hace que mucho afectados escuchen voces y sufran delirios. Lo que hace que se asocie con una «considerable discapacidad y pueda afectar al rendimiento educativo y ocupacional».
Una situación, según insiste la OMS, que hace que «el estigma, la discriminación y la violación de los derechos humanos sea común en estas personas».
La desatención de estos pacientes está provocada por la falta de acceso a servicios de salud mental, al tiempo que estas personas también tienen menos probabilidades de recibir atención que la población general.
Además, la OMS defiende la necesidad de ampliar y acelerar los esfuerzos para transferir la atención de las instituciones de salud mental a la Atención Primaria, y reconoce que el apoyo y compromiso de familiares y amigos también es «muy importante» para estos pacientes.
De hecho, muchos de los programas piloto que han puesto en marcha varios países en desarrollo (como Etiopía, Guinea-Bissau, India, Irán, Pakistán, Tanzania) han apostado por prestar atención a personas con enfermedades mentales graves a través de la Atención Primaria, mediante la formación de personal, el acceso a medicamentos esenciales, el apoyo a familias y cuidadores, entre otros aspectos.
DOBLE DE RIESGO DE MUERTE PREMATURA Y VARIAS PATOLOGIAS
Por otro lado, la OMS recuerda que este trastorno es más común entre los hombres (unos 12 millones de casos, frente a los 9 millones en mujeres) y que estos afectados suelen tener entre 2 y 2,5 más probabilidades de morir de forma prematura que la población general, al tiempo que también son más propensos a sufrir más enfermedades cardiovasculares, metabólicas o infecciosas.
Por ejemplo, la prevalencia de la diabetes en personas con esquizofrenia es 2-3 veces mayor que la población general, debido al estilo de vida y que el tratamiento antipsicótico que tienen muchos pacientes puede provocar un aumento de peso.
Y entre las causas de su aparición, este organismo de Naciones Unidas ha reconocido que por el momento las investigaciones realizadas no apuntan a un único factor, sino a una interacción entre alteraciones genéticas y una amplia gama de factores ambientales.
Entre estos factores ambientales estarían la exposición temprana a ciertas infecciones, la desnutrición durante el embarazo y la infancia o problemas durante el parto. Asimismo, también pueden afectar factores psicosociales como la inmigración, traumas psicológicos y el estrés.