La burgalesa Marta Fernández conquistó una nueva medalla de plata para la delegación española, la quinta en estos Juegos Paralímpicos de Tokio, al finalizar segunda en la prueba de los 50 metros mariposa, clase S4-S5 de parálisis cerebral, en sus primeros Juegos Paralímpicos.
La deportista burgalesa del CD Fusión refrendó su excelente progresión como nadadora con una medalla en Tokio, en una carrera en la que solo fue superada por la china Dong Lu, de la clase S5, que paró el crono en 39.54. Marta lo hizo en 40.22 y, al pertenecer a la clase S4, estableció un nuevo récord del mundo en su categoría.
En la serie previa de clasificación ya avanzó sus intenciones con el segundo mejor tiempo (41.27), que además también fue nuevo récord del mundo de su clase, la S4, dos segundos mejor que el que tenía desde el pasado Europeo, y que en la final volvió a rebajar.
En declaraciones efectuadas a la Agencia EFE, la nadadora burgalesa ha manifestado, tras salir de la piscina que «ha salido todo muy bien y he estado cerca del oro. Iba centrada en mi carrera porque, aunque la clasificación salió bien, nunca sabes qué puede pasar, ya que hay gente que a veces se reserva para la final.»
Marta Fernández es una burgalesa de 27 años, que nació con parálisis cerebral y a la que los médicos aconsejaron a sus padres la natación como mejor forma de rehabilitación, ya está cumpliendo su primer sueño olímpico en Tokio.
Su récord del mundo en los 50 metros mariposa en su categoría, y sus 7 medallas en el Campeonato de Europa (2 oros, 3 platas y 2 bronces) indican que se encuentra en un momento inmejorable.
Además, con muchas opciones al pódium en Tokio, esta socia de APACE Burgos, ya se ha clasificado para la final de relevo mixto de natación.
Desde la Federación ASPACE Castilla y León han manifestado que «no podemos más que mostrarla nuestra más digna admiración por todo lo que hace por ayudar a dejar de ser invisibles a las personas con parálisis cerebral, para las que se ha convertido en un gran referente en Castilla y León, en materia de superación personal y deportiva.»
A continuación, se publica la entrevista que Beatriz Plaza la realizó en 2019, cedida pora APACE Burgos.
Entrevista a Marta Fernández, una auténtica campeona de natación con parálisis cerebral
BEATRIZ PLAZA (APACE Burgos).-Nacida en Burgos hace 24 años, Marta Fernández es una luchadora nata. Su afectación de parálisis cerebral no ha sido un impedimento para ser Campeona de España en las distancias de 400, 200 y 100 metros libres, conseguir la plata en 50 libres y 200 estilos y el bronce en el relevo 4×100 estilos. Marta entrena en el Centro Especializado de Alto Rendimiento Río Esgueva, en Valladolid. Desde que empezó, con 17 años, hasta ahora han transcurrido 7 años intensos en la natación con el fruto de varias medallas y premios.
¿Cómo llegaste a la natación?
Empecé a nadar desde los tres años, y a partir de ahí entré en el club deportivo FENBA, que pertenece a APACE Burgos, desde donde me ofrecieron la oportunidad de competir. Cuando comencé la universidad, la Federación de Natación adaptada me ofreció la oportunidad de ir a la Residencia y al Centro de Tecnificación Deportiva Río Esgueva en Valladolid, donde desde entonces me dedico a la natación más profesionalmente.
¿Qué has estudiado?
Estudié ADE, quedando la tercera de mi promoción. Actualmente estoy opositando, porque creo que es la mejor opción para mí.
¿Siempre has sido aficionada al deporte?
Me gustaba el deporte, pero empecé por motivos de rehabilitación. Luego me llamó la atención volver y ya me picó el gusanillo de la competición y no he parado. Ahora no me imagino las tardes sin entrenar y sin competir, creo que me aburriría mucho (ríe). De hecho, no veo una fecha para dejarlo, ahora mismo ni me lo imagino.
¿Te gustaría probar algún otro deporte?
Siempre he querido probar el atletismo, pero dicen que es un deporte muy complicado, a parte de que ahora mismo creo que no sé correr. Antes igual si podía, pero ahora lo veo complicado. Hay otro deporte también me gustaría probar, la boccia, que lo practican también en APACE. Es entretenido, pero no tiene tanto movimiento y acción como la natación.
¿Tienes algún tipo de impedimento para realizar la natación?
La verdad es que no. Me siento súper bien y muy libre porque todos tenemos nuestras adaptaciones. Por ejemplo, cuando salto, ya no salto desde arriba, sino que salgo de abajo. Ahora estamos practicando porque al salir de seco la velocidad-reacción no es lo mío tampoco. Así como en mi día a día si que tengo algún problema, yo me siento libre, cómoda, como pez en el agua (ríe).
¿Cómo compaginas los estudios y con el deporte profesional?
Nunca he tenido problemas porque me he sabido organizar bastante bien. Cuando iba a la universidad iba a clases por las mañanas y entrenaba por las tardes y los ratos libres los dedicaba a estudiar. Si que es cierto que también me pegaba palizas los meses de exámenes, pero ahora trato de estudiar siete u ocho horas al día y las tardes las dedico enteras a entrenar.
¿Cuándo te diste cuenta de que tenías capacidades para este deporte?
Cuando me ofrecieron competir. En APACE nadaba una hora a la semana y para mí era muy poco. Hacíamos unos 10 largos y en Valladolid empecé a hacer 3000 metros. Empecé con 17 años y a los 18 ya me llevaron a Valladolid. Hice la primera mínima en tres o cuatro meses para el de España y luego ya he ido poco a poco. Ahora tengo 24 años y en 7 años han sido muchas cosas.
“Aun nos falta mucho para la inclusión en el deporte”
Desde entonces, ¿cuál ha sido tu gran motivación para convertirte en una campeona?
La capacidad y la constancia. Siempre me ha motivado eso de llegar a un Europeo, que era lo que veía más factible. Mi objetivo es ir al Europeo de Portugal el año que viene de hecho, pero ahora viendo que puedo llegar más lejos y que he estado con personas paralímpicas, tengo claro que mi meta son los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
¿Cuáles han sido tus últimos logros?
No me acuerdo ya cuantas veces he sido Campeona de España (ríe), pero diez o quince veces. Tengo el récord de España de 400 libres de mi categoría.
Además, ahora acabo de estar en Tenerife en el Campeonato de España de Verano de Clubs donde conseguí de mi categoría 5 oros en todas las pruebas que nadé (200 libres, 100 libres, 50 braza, 50 mariposa y dos estilos). En dos estilos fue donde hice la mínima para el Mundial de 200 estilos. En la categoría general conseguí un oro en 50 braza, una plata en 200 libres y un bronce en 50 mariposa. Ahora mismo estoy de hecho en la categoría de Teresa Perales, la referente paralímpica en natación de España.
El año pasado entré en el Programa de Tecnificación de la Selección Española. Con esta mínima igual entro en el equipo nacional, pero aún no se sabe. A mí me encantaría, me hace mucha ilusión poder representar a tu país y ya coger una medalla todavía más.
¿Crees que está conseguida la plena inclusión en la natación?
Por supuesto. Nosotros competimos en las competiciones de natación normalizada. Yo creo que sí, pero es verdad que falta mucho. En natación solo lo ha conseguido Michelle Alonso, que tiene discapacidad intelectual, en los Campeonatos de España participando en las mismas condiciones.
Cuando estaba en la universidad no nos dejaban participar en los Campeonatos de España Universitarios, pero ahora mismo les han hecho inclusivos y se puede participar. Lo que hacen para igualarnos a todas las categorías es clasificarnos según nos acerquemos al récord del mundo, entonces así se nos hacen como una sola categoría y nuestras medallas van a parte de los de natación normalizada. Pero se compite, que al final ha sido un paso bastante grande.
¿Tienes algún mensaje para la gente que está empezando en este deporte?
Que no se desanimen. El deporte es muy importante, te aporta valores que se pueden conseguir de otra manera pero, aprendes un montón como persona y como deportista. Cuando las cosas se ponen feas, que siempre pasa, no hay que rendirse. Siempre llega lo bueno y solo hay que esperar, que las lesiones son muy duras, pero se sale.
Desde Revista Digital de Castilla y León le damos la enhorabuena y le deseamos toda la suerte que merece, por su esfuerzo y dedicación, en los juegos de Tokio y en pruebas posteriores.