La Fiscalía insta el cierre de una residencia de Soto del Real (Madrid) por el “deplorable” estado de los ancianos

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La Fiscalía de Madrid ha solicitado a la Comunidad de Madrid la clausura de la residencia de la tercera edad arzobispo Morcillo, situada en Soto del Real, por “el peligro” existente para la integridad y salud de los internos, han informado fuentes fiscales.

La petición de cierre se produce después de que el pasado lunes la fiscal encargada del servicio de discapacidades de la Fiscalía de Alcobendas hiciera una visita rutinaria de inspección a la residencia donde comprobó el “deplorable” estado de los internos y de sus instalaciones.

Fuentes de la Consejería de Políticas Sociales y Familia han indicado a Europa Press que se va a adoptar medida cautelar de cierre e incoar un expediente sancionador contra el titular de la residencia tras comprobar en una visita realizada ayer por los inspectores y representantes de la Fiscalía que este centro no estaba garantizando la adecuada atención médica

En cuanto a las actuaciones de Fiscalía, una de las primeras diligencias ha sido ordenado realizar a la Guardia Civil es la elaboración de un atestado donde quede documentado el resultado de la inspección realizada junto al correspondiente reportaje fotográfico.

“Presumiblemente se les imputara a los responsables de la residencia la posible comisión de un delito contra la salud pública así como contra la integridad de las personas”, añaden las mismas fuentes.

A preguntas de la fiscal uno de los responsables del centro dijo el pasado 8 de julio no tener acceso al historial clínico de los 60 internos que se encontraban en una sala y que contaba sólo con dos auxiliares para atenderlos, “presentando alguno de ellos mal estado físico”.

Según la Fiscalía, el resto de las instalaciones tampoco ofrecían un mejor aspecto. De hecho, en la habitación destinada a guardar los medicamentos se pudo comprobar que no funcionaba la nevera destinada a conservar las medicinas que necesitan temperaturas bajas por lo que, como en el caso de la insulina, la cadena de frío se había roto.

Por parte de la Consejería de Bienestar ya se había realizado una visita de inspección el pasado mes de junio, lo mismo que hizo la Consejería de Sanidad el 1 de julio, a raíz de las cuales se precintó la consulta médica, la de fisioterapia y el gimnasio.

Tras levantar el correspondiente acta, los hechos se pusieron en conocimiento del Fiscal Decano para las Personas con Discapacidad quien indicó la necesidad de que por parte de la Guardia Civil se elaborase el correspondiente atestado todo ello en coordinación con el servicio CIRA (acrónimo con el que se conoce la Subdirección General encargada de la Inspección de residencias).

INSPECCION EN PROFUNDIDAD

Desde la Fiscalía de Alcobendas se ha oficiado a la Policía Judicial de Tres Cantos para que se desplace “conjuntamente” con la fiscal hasta la residencia para proceder a una inspección en profundidad puesto que, además, las habitaciones de los internos estaban con “bastante suciedad, falta de higiene, comida en dudoso estado de conservación así como otra habitación que, a modo de almacén, servía para acumular cajas llenas de medicamentos”.

El personal del CIRA, por su parte, ha sido informado del riesgo de incendio ya que las mangueras no funcionaban e incluso el cuarto de calderas tenía una fuga de agua.

A su vez, la Fiscalía ha ordenado a la Guardia Civil que requise el disco duro donde supuestamente se almacenan las imágenes de las múltiples cámaras de seguridad, “así como la habitación destinada a concentrar la medicación destinada a ser suministrada a los enfermos con el fin de evitar manipulaciones”.

En relación con la inspección a la residencia de la tercera edad arzobispo Morcillo se ha movilizado a los servicios médicos del Centro de Salud de Tres Cantos para que realizar una evaluación de los internos, dada la situación que presentaban alguno de ellos, con el fin de valorar según los casos su ingreso en algún centro médico o derivarlos a residencia con plazas de emergencia social o que fuesen acogidos por sus familiares.

CIERRE CAUTELAR

Por su parte, la Comunidad ha decidido el cierre de la residencia, ya que “este centro es de titularidad privada y en él no existen plazas concertadas por la Comunidad de Madrid, si bien, el Gobierno regional va a garantizar la atención a los 60 residentes afectados”.

Así, ha informado a los familiares de los residentes de la situación y, en el caso de no poder asumir el cuidado de su familiar, se les habilitará plazas de emergencia en centros dependientes de la AMAS o de la DG de Dependencia.

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