La enfermedad, la edad o la discapacidad “no pueden limitar” los derechos de los pacientes, afirman expertos en medicina general

Fecha

22/06/2019

Medio

Servimedia

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La enfermedad, la edad o la discapacidad no pueden ser “causa de limitación” de los derechos de las personas y menos aún en aspectos que afectan a su vida y su salud.

Así lo defendió este sábado la abogada, filósofa y miembro del Grupo de Bioética de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) Ana María Rivas en el transcurso de la I Jornada de Bioética que esta organización celebra en Madrid, en la que agregó que los cambios paradigmáticos en la normativa ante situaciones de discapacidad o minoría de edad obligan al especialista a “adaptarse a la realidad social del presente”.

A este respecto, el consentimiento informado, la autorización que da un paciente en plenas facultades a los profesionales sanitarios para que puedan iniciar un procedimiento diagnóstico o terapéutico, es “de obligado cumplimiento”, precisó la doctora Antonia Espinosa.

No obstante, a su juicio, a pesar de que se trata de un procedimiento médico “formal” cuyo objetivo es aplicar el principio de autonomía del enfermo, “aún cuesta asimilar que, más que adecuado, es de obligado cumplimiento”.

“El consentimiento informado es una exigencia ética y un derecho reconocido por las legislaciones de todos los países que debemos conocer y comprender”, añadió en el marco de esta jornada que aborda, desde la visión de la Atención Primaria, asuntos como la ética de la prescripción médica, la planificación anticipada de decisiones, los conflictos éticos de la atención médica al final de la vida o la confidencialidad del acto médico.

En la misma línea, el doctor Carlos Ramos disertó acerca de la importancia de respetar los principios éticos en el ámbito de la prescripción médica y se preguntó si los facultativos siempre toman “las mejores decisiones, basadas tanto en la evidencia como en los aspectos éticos”.

El doctor centró su intervención en aportar herramientas que permitan a los profesionales de la salud “adaptar” la mejor terapia a las circunstancias de cada paciente, “independientemente de todo el ruido de alrededor”.

La coordinadora de la jornada, Teresa Benedito, instó a los médicos de Atención Primaria a “animar a los pacientes para que realicen sus voluntades vitales”, que, según apuntó, ayudan al enfermo a expresar “libremente sus valores, deseos y preferencias para que se tengan en cuenta respecto a la atención sanitaria que recibirá en los momentos finales de su vida”.

No abandonar al enfermo, tratar el dolor y cualquier otro de los síntomas que le hagan sufrir, evitar pruebas diagnósticas y tratamientos inútiles y sedarle cuando lo precise son, para el responsable del Grupo de Bioética de la SEMG, Jacinto Bátiz, “imperativos éticos” en esta etapa final de la vida.

Finalmente, la doctora Andrea Gallego clarificó conceptos como a qué obliga el secreto profesional, cuándo no obliga o si éste se puede romper cuando el paciente ha fallecido.

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