Alrededor de 529 millones de personas viven actualmente con diabetes en todo el mundo, lo que afecta a hombres, mujeres y niños de todas las edades y en todos los países, y se prevé que ese número aumente en la totalidad de las naciones hasta alcanzar 1.300 millones de personas a mediados de siglo, esto es, un 145% más. Esos datos figuran en un estudio coordinado por Liane Ong, del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (Estados Unidos), y publicado este viernes en la revista ‘The Lancet’.
Los investigadores se basaron en el Global Burden of Disease (GBD) de 2021, que es el estudio epidemiológico observacional más completo del mundo, para examinar la prevalencia, la morbilidad y la mortalidad de la diabetes en 204 países y territorios por edad y sexo entre 1990 y 2021, y pronosticaron la prevalencia hasta 2050.
Los cálculos más recientes y completos, correspondientes a 2021, muestran que la tasa de prevalencia mundial actual es de un 6,1%, lo que convierte a la diabetes en una de las 10 principales causas de muerte y discapacidad.
La tasa más alta es de un 9,3% en el norte de África y Oriente Medio, y se prevé que ese porcentaje ascienda a un 16,8% en esa región para 2050, así como a un 11,3% en América Latina y el Caribe.
La diabetes es especialmente evidente en personas de al menos 65 años en todos los países y ese grupo poblacional registra una tasa de prevalencia superior a un 20% en todo el mundo.
No obstante, la tasa más alta corresponde a las personas de 75 a 79 años (24,4%), con el porcentaje más alto en África del norte y Oriente Medio (39,4%), y el más bajo en Europa central, Europa del este y Asia central (19,8%). Qatar es el país con más proporción de población de esa edad con diabetes (76,1%).
DIABETES TIPO 2
La mayor parte de los casos de diabetes en el planeta (96%) se corresponden con diabetes tipo 2 (T2D), para el que se asocia los 16 factores de riesgo estudiados.
Un alto índice de masa corporal es el principal riesgo de diabetes tipo 2 (que representa el 52,2% de la discapacidad y la mortalidad por T2D), seguido de los riesgos dietéticos, los riesgos ambientales/laborales, el consumo de tabaco, la escasa actividad física y el consumo de alcohol.
«La rápida tasa a la que crece la diabetes no solo es alarmante, sino también un desafío para todos los sistemas de salud del mundo, especialmente dado que la enfermedad también aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular», apunta Ong.
Esta investigadora subraya que “el público en general podría creer que la T2D está simplemente asociada con la obesidad, la falta de ejercicio y una dieta deficiente”, si bien “prevenir y controlar la diabetes es bastante complejo debido a una serie de factores”. “Eso incluye la genética de alguien, así como las barreras logísticas, sociales y financieras dentro del sistema estructural de un país, especialmente en países de bajos y medianos ingresos”, añade.
Laura Stafford, también del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud, subraya que “algunas personas pueden enfocarse rápidamente en uno o algunos factores de riesgo, pero ese enfoque no tiene en cuenta las condiciones en las que las personas nacen y viven que crean disparidades en todo el mundo.