El próximo día 18 se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una discapacidad social incomprendida, invisible, poco reconocida y protegida, sobre la que hoy existe un poco más de visibilidad, pero «falta sensibilización» y, por supuesto, «más apoyos». Así lo aseguró la presidenta de la Asociación de Asperger de Salamanca, María Paz Mateos, antes de la inauguración de las jornadas ‘Una nueva perspectiva’, que se celebraron en el centro municipal ‘El Charro’.
Las jornadas, inauguradas por Mateos y la concejala María José Fresnadillo, contó con dos conferencias y tres ponentes. Dos psicólogas de la Asociación de Asperger Madrid trataron las terapias y la forma de tratar y ver el síndrome; el otro ponente, Ricardo canal, profesor de la USAL y director del Centro de Atención Integral del Autismo, abordó el tema de la invisibilidad en la edad adulta. Además, se proyectó un vídeo, se leyó un manifiesto y se celebró una comida benéfica.
«Son necesarios más avances, aunque lo que sí va habiendo es un poco más de visibilidad», señaló Mateos. Algo fundamental, ya que «actualmente hay más personas diagnosticadas, porque al haber más visibilidad, hay gente que se da cuenta de que esas cosas que le pasaban antes, esa dificultad a la hora de relacionarse con los demás, de mantener las amistades y comprender ciertas cosas y actitudes de la vida, tienen un nombre».
Antes, añade, «se desconocía y cuando veías un niño así, decías que era un mal educado, o si era adulto, que era políticamente incorrecto; y en realidad no es eso, es simplemente que las habilidades sociales las tienen muy reducidas y les cuesta mucho».
Mateos considera que «hace falta mucha más sensibilización. Estos chicos hacen un gran esfuerzo todos los días para ir a clase, para comportarse como la sociedad espera que se comporten, para relacionarse con los demás y para llevar un ritmo normal, entre comillas; además se tiene la sensación de que estos niños son como genios y, como dice nuestra psicóloga, ni todos los genios son asperger ni todos los asperger son genios. Hay niños con altas capacidades, otros más normales y otros que en algunos temas son maestros o enciclopedias y luego no son capaces de pillar un doble sentido, por ejemplo».
En la asociación salmantina se encuentran 61 familias, explica Mateos, pero «hay muchos casos sin diagnosticar y muchos diagnosticados que no se quieren unir porque les cuesta un poco aceptar tener este síndrome».
Pero «aceptar esta situación es muy importante» y desde la asociación «los psicólogos realizan un papel buenísimo e importante, pero sobre todo es el apoyo a la familia, porque ver que hay otros como tú, te da un poco de desahogo y te sientes más tranquila, porque no somos únicos». Por este motivo, formar parte de la asociación es «importante, porque no te sientes tan sólo. Además a la hora de reclamar derechos o exigir, si somos cien personas dando un golpe en la mesa se nota más que sí es solo una. Por eso, pienso que el concepto asociación es algo que a todos nos debería entrar en la cabeza para todo».
La agrupación que presidente se formó hace 14 años «por 3 ó 4 familias. Entonces estaba parada, pero ahora realiza muchas cosas», entre las que menciona un convenio con la USAL «para que cuando lleguen los chicos tengan los apoyos necesarios» además «damos formación en los colegios».
Se ha avanzado mucho, aseguró, pero «hace falta más apoyo, más recursos. Entiendo que son limitados y que hay muchas asociaciones con muchos problemas, pero el problema de la nuestra es que nuestros chicos son muy invisibles, porque los ves y no se nota nada, no tienen físicamente nada», concluyó.