Un grupo de investigadores de la Universidad de California de Davis (UC Davis) en Estados Unidos, en colaboración con la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU), ha descubierto que la molécula ‘neurotrofina-3’ estimula el crecimiento de las neuronas y sus conexiones, lo que supone que un aumento de la misma en el cerebro podría ayudar al tratamiento de la ansiedad debilitante y los trastornos depresivos.
De este modo, el estudio, publicado en la revista ‘Biological Psychiatry’, supone un nuevo enfoque respecto a las estrategias de intervención y tratamiento de las personas en riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, depresión y abuso de sustancias. Esto es considerado un gran avance por los investigadores, ya que los medicamentos actuales solo alivian parcialmente los síntomas.
Los trastornos de ansiedad a menudo surgen durante la adolescencia y pueden seguir afectando a las personas durante la mayor parte de sus vidas. En este sentido, Andrew Fox, profesor del Departamento de Psicología de UC Davis, ha explicado que actualmente existen millones de personas en todo el mundo que sufren ansiedad y depresión. Asimismo, ha destacado que estos trastornos suponen algunas de las principales causas de discapacidad.
Para el desarrollo de este estudio se han utilizado los hallazgos obtenidos de un trabajo anterior realizado en monos por estos mismos investigadores, en el que prestaron atención a las alteraciones moleculares en la amígdala dorsal, una región cerebral importante en las respuestas emocionales.
El equipo utilizó un virus alterado para aumentar los niveles de ‘neurotrofina-3’ en la amígdala dorsal de los monos. Así, pudieron observar que su incremento produce una disminución en los comportamientos relacionados con la ansiedad, ya que cambió la actividad en todas las regiones cerebrales distribuidas que contribuyen al desarrollo de estos trastornos.
En este sentido, Fox ha puesto de relieve que estos hallazgos suponen una modificación de la forma en la que hasta ahora se entendía la psicopatología. “Sólo estamos empezando. La ‘neurotrofina-3’ es la primera molécula que hemos podido mostrar en un primate que está relacionada con la ansiedad, sin embargo, podría haber cientos más”, ha concluido.