El secretario general de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE), Jesús Pueyo, ha reclamado «libertad de elección» de centro educativo para las familias de alumnos con discapacidad, indistintamente si prefieren que estudien en el sistema ordinario o en centros de de educación especial.
Así lo revindicó en una entrevista en Servimedia en la que subrayó la necesidad de que los alumnos con discapacidad cuenten con recursos para su completo desarrollo, estudien en uno u otro modelo.
Según Pueyo, las familias que llevan a sus hijos a los centros de Educación Especial «es porque consideran que sus hijos están mejor atendidos, consiguen más progresos y tienen derecho a elegir» esa opción. Sin embargo, matizó que «las familias que también tienen hijos con discapacidad y que consideran que tienen derecho a que su hijo se escolariza en un centro ordinario también lo tienen».
«Las administraciones lo que tienen que hacer es dotar tanto a los centros ordinarios como a los centros específicos de Educación Especial de todos los recursos, humanos, materiales y económicos que sean necesarios, para que esas personas realmente estén bien atendidas, se pueda trabajar con ellas, consigan avanzar, tengan progresión dentro de su discapacidad y puedan conseguir los objetivos que se les vayan planteando y planificando a través de su vida escolar», revindicó.
El secretario general de FSIE también hizo hincapié que «está en el adn» de la federación «defender la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a elegir el tipo de centro que quieren para sus hijos».
NO SOBRAN
«No sobran ni unos ni otros», dijo en referencia a centros ordinarios y de Educación Especial, pero consideró que es «una realidad evidente» que en los centros ordinarios «hay que mejorar la atención» porque «no se está dotando de recursos» y los profesores «no tienen formación específica para trabajar con alumnos con discapacidad».
Por todo ello, concluyó su entrevista en Servimedia reclamando «libertad de elección y dotación de recursos para todos, en igualdad de condiciones».
«No vemos necesidad de que desaparezcan los centros de discapacidad. Se está haciendo mucho daño a los profesionales que están trabajando ahí y a las familias que llevan a sus hijos allí, porque se les está culpabilizando de que están haciendo algo mal con sus hijos, cuando no es así. Ellos lo que están tratando es de buscar la que creen que es la mejor opción para sus hijos. Ellos tienen que tener la capacidad de decidirlo, no el Estado o la administración», zanjó.