España batió en 2011 su record mundial de trasplantes

Fecha

11/01/2012

Medio

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España batió en 2011 su propio récord mundial de trasplantes. El sistema ha conseguido adaptarse año tras año a cambios demográficos como el envejecimiento de la población y el descenso de los fallecidos por accidentes de tráfico, donantes potenciales. El año pasado, superó con creces sus marcadores.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) realizó 4.218 intervenciones, 445 más que el año anterior (un incremento del 11,8%). El dato es especialmente significativo teniendo en cuenta que en 2010 se realizaron menos trasplantes que en el año anterior y que en las últimas dos décadas no se había realizado un incremento similar en números absolutos.

“Este país ha superado su propio récord. Hoy más que nunca debemos tener razones para sentirnos francamente orgullosos”, hizo balance la ministra de Sanidad, Ana Mato, en la que fue su primera rueda de prensa desde que asumió el cargo. “Es un logro colectivo que pone de manifiesto lo que la sociedad española puede alcanzar cuando une sus fuerzas en un objetivo común”, añadió.

Y es que el récord de trasplantes fue posible porque también el número de donantes fue el mayor registrado hasta la fecha. El año pasado, 1.667 personas, entre fallecidos y vivos, donaron sus órganos. Fueron 63 más que en 2009, lo que representó un aumento del 11%. O lo que es lo mismo, la tasa de donantes por cada millón de personas, que es el indicador habitual de medida de la ONT, fue en 2011 del 35,3. En 2010 la tasa fue de 32.

Cambio de perfil

Estos datos ponen de manifiesto cómo el sistema ha conseguido revertir el perfil habitual de sus donantes. Tras la aprobación de la Ley de Tráfico de 2005 que ponía en marcha el carnet por puntos, descendió radicalmente el número de fallecidos en las carreteras. Lo que era una buena noticia, como contrapartida, conllevaba el peligro de dejar sin órganos a quienes los necesitan. De hecho, el número de donantes víctimas de accidentes de tráfico descendió progresivamente, desde los 249 de aquel año, a los 84 del año pasado. Hoy representan un 5,1% del total de donantes, una cifra muy lejana al 43% de 1992.

La ONT le dio la vuelta a la tortilla. Por un lado, ha aumentado el número de donantes vivos. En estos casos, el órgano trasplantado es el riñón. En 2011, hubo un 30% más donaciones de este tipo que el año anterior: se pasó de 240 a 320. El trasplante renal de vivo representa ya un 12,5% del total. En los próximos años se espera que este tipo de trasplante aumente, después de que la legislación española permitiera la donación en vivo entre personas que no son familia. Se trata de la figura conocida como el buen samaritano: un donante altruista que siempre permanecerá en el anonimato.

Por otro lado, la ONT ha mejorado la coordinación de todas sus unidades. Eso, junto a la mejora de las técnicas médicas, ha permitido que se aprovechen al máximo los órganos de quienes fallecen por una hemorragia cerebral o por un accidente cardiovascular. Así, los donantes muertos por accidente cardiovascular son el 67,9% de todos los que donan. Hace 20 años representaban el 39%.

Esto ha hecho que aumente la edad de los donantes. “Por primera vez, el número de donantes mayores de 60 años ha superado el 50%”, destacó el director de la ONT, Rafael Matesanz. En concreto, este colectivo de donantes es el 53,7% del total.

Aprovechar

Matesanz también destacó que el año pasado descendió el número de negativas familiares a donar los órganos de sus fallecidos. En 2011, el 85% de las familias con un miembro fallecido cuyos órganos se podían aprovechar accedió al trasplante. La ONT se felicitó por el logro, teniendo en cuenta que en 2010 el porcentaje de familias que donaron los órganos de familiares fue del 80%. “Podemos sentirnos orgullosos”, insistió Matesanz.

La ONT ha mejorado en los últimos años la formación de los profesionales que trabajan en la red de donaciones. Más allá de quienes los transportan y los cirujanos que los trasplantan, es importantísima la función de quienes intentan convencer a las familias de que los órganos de sus seres queridos fallecidos pueden salvar vidas.

Los trasplantes aumentaron prácticamente en todos los tipos. Exceptuando el aumento de trasplantes renales de vivo, los de páncreas fueron los que más aumentaron, un 18,1%. Se realizaron 111 intervenciones de este tipo, 17 más que en 2010. Por su parte, hubo un incremento del 17,1% de trasplantes de hígado: se pasó de 971 a 1.137. Matesanz definió el aumento en ambos casos de “máximo histórico”. En los trasplantes de riñón, el aumento fue del 12,1%. En 2011 se realizaron 2.494 intervenciones, 269 más que el año anterior.

Los trasplantes de pulmón y corazón descendieron, aunque muy levemente. En el primer caso, en 2011 se realizaron 230, cinco menos que en 2010. En cuanto a trasplantes cardiacos, hubo 237, seis menos. “Los órganos torácicos son más difíciles de conseguir”, justificó Matesanz. Según explicó, son órganos “más delicados”, y el envejecimiento de los donantes dificulta que estén en buen estado para trasplantarlos.

Por autonomías, Cantabria es la que tiene la mayor tasa de donantes (67,8 por millón), seguida de La Rioja (62,5). Al contrario, Castilla-La Mancha es donde menos hay (28,3). “Aun así, está diez puntos por encima de la media europea”, insistió Matesanz.

Por su parte, Ana Mato también destacó el descenso de las listas de espera para recibir un órgano: el año pasado, disminuyó un 4,8%. En números absolutos, 5.484 personas acabaron el año esperando un trasplante, 276 menos que en 2010. El descenso se produjo en la espera de todos los órganos excepto el pulmón y el corazón. Al acabar el año, había 15 personas más esperando un pulmón y una más aguardando un corazón que en 2010.

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