El sacerdote valenciano Angel Santamaría, de 52 años, único de la Comunidad Valenciana que oficia misas con el lenguaje de signos manuales para personas sordas, multiplicará su actividad ministerial este verano para administrar sacramentos a personas de este colectivo. El párroco ya tiene programadas decenas de celebraciones para el verano de manera que, entre bodas, primeras comuniones y bautizos de sordos y sordomudosEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión personas con discapacidad auditiva en su lugar. tiene "colapsada la agenda", algo que no le había ocurrido "en 12 años de sacerdote".
En la actualidad, en la Comunidad Valenciana hay unos 3.500 sordos que han manifestado su interés por poder acceder a servicios religiosos y celebraciones litúrgicas adaptadas a su minusvalía, según informaron fuentes del Arzobispado a través de Avan, por lo que Santamaría está siendo "constantemente reclamado" desde numerosos puntos de toda la Comunidad Valenciana.
El sacerdote, hijo de padres sordomudosEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión personas con discapacidad auditiva en su lugar., es vicario de la parroquia Santo Tomás Apóstol y San Felipe Neri de Valencia, y ha tenido que desplazarse en los últimos días a Cullera, Alcudia de Carlet, Castellón, Alicante, Utiel y Paterna para administrar sacramentos en celebraciones en las que oficia leyendo y proclamando la liturgia pero, al mismo tiempo, utilizando el lenguaje de los signos con las manos. Para los próximos días tiene previsto desplazarse a Xátiva, Rocafort, Castellón, Canet lo Roig y Alcudia de Crespins, principalmente para celebrar bodas y primeras comuniones de personas sordas.
"Incluso, al acabar muchas eucaristías, se me acercan personas que no son sordas y me dicen que se han enterado más que en otras misas", aseguró Santamaría, quien se mostró convencido de que "para estas personas, los signos de las manos son un refuerzo de las palabras". Santamaría decidió dejar el banco en el que trabajaba, cuando contaba más de treinta años de edad, para dedicarse al sacerdocio.
Una vez ordenado, comenzó a orientar su actividad pastoral a los sordos, compaginándola con su responsabilidad de párroco en Chulilla y Losa del Obispo, hasta que el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, le encargó que se dedicara por entero a este colectivo. Desde hace 10 años oficia misas para sordos y sordomudosEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión personas con discapacidad auditiva en su lugar. semanalmente en su parroquia de Valencia y en la de Santísima Trinidad de Castellón. También da clases de religión en el Colegio de San José de niños sordos de Valencia.