El monasterio de Yuste ya es accesible

Fecha

26/05/2014

Medio

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El Real Monasterio de San Jerónimo de Yuste, situado en Cuacos de Yuste (Cáceres), se ha sumado a la iniciativa de Patrimonio Nacional para eliminar barreras y ha hecho accesibles sus instalaciones para las personas con movilidad reducida. La reina doña Sofía inaugurará el próximo lunes esta reforma, acompañada por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato.

En el año 2008 Patrimonio Nacional, el Real Patronato sobre Discapacidad y la Fundación ACS firmaron un convenio para acometer, en cada uno de los edificios históricos que son propiedad de Patrimonio Nacional, obras de acondicionamiento de los espacios para que puedan ser visitados por personas con discapacidad motriz.

Monumentos como los monasterios de San Lorenzo de El Escorial, Santa María la Real de Huelgas (Burgos) y Santa Clara de Tordesillas (Valladolid), y los Palacios Reales de Madrid, El Pardo, Aranjuez, La Granja de San Ildefonso (Segovia) y La Almudaina (Palma de Mallorca) ya han adaptado sus espacios a las necesidades de las personas con discapacidad.

Según indicó a Servimedia el jefe del Departamento de Arquitectura y Jardines de Patrimonio Nacional, Luis Pérez de Prada, “la idea de hacer accesibles los monumentos reales partió del propio Patrimonio Nacional, aun sabiendo que sería una labor compleja porque hay que buscar el equilibrio entre lo que es el respeto al monumento y las mejoras en accesibilidad”.

YUSTE

El Monasterio de Yuste es un monumento del siglo XVI que consta de dos partes bien diferenciadas, el convento y la residencia del emperador.

Su visita comienza en el portón de la fachada de mediodía, donde se ha colocado la primera rampa. En el paseo arbolado se han implantado una serie de plataformas de granito, flanqueadas por muretes y jardineras de mampostería tradicional, explicó Pérez de Prada.

Asimismo, en el módulo destinado a la venta de entradas y tienda se han instalado puertas automáticas y ha sido rebajada la altura del mostrador, entre otras actuaciones.

Además, explicó el arquitecto, la entrada a la iglesia, por la fachada principal, se resuelve mediante una rampa de granito, mientras que por la del claustro gótico se ha rebajado el nivel del suelo y se han instalado cortavientos de vidrio.

“De lo que se trata es de salvar todos los desniveles que tienen los edificios históricos, que impiden, muchas veces, que las personas en silla de ruedas puedan acceder a la visita de los espacios”, añadió Pérez de Prada. En la reforma, que ha durado un año, se han invertido 120.000 euros.

La intervención que se ha hecho en este monasterio es solamente para personas con discapacidad motriz. “Para personas con discapacidad visual se está trabajando con el fin de acondicionar los carteles y hacerlos también en braille”, añadió el arquitecto.

ENCONTRAR EL EQUILIBRIO

Pérez de Prada lamentó que “muchas veces no se puede cumplir al cien por cien lo que indica la normativa, porque está preparada para edificios de nueva planta y cuando tienes un edificio histórico hay que buscar las mejores soluciones, teniendo en cuenta el respeto al monumento”.

Además, manifestó que es muy complicado encontrar el equilibrio entre el respeto a los monumentos y la accesibilidad, pero es importante el respeto al monumento, porque “tenemos la obligación de conservarlo y legarlo en las mejores condiciones de conservación a las generaciones futuras”.

“Tratamos de que la accesibilidad sea lo más universal y completa posible, pero, en cualquier caso, este tipo de actuaciones consiguen que un grandísimo porcentaje de la superficie visitable sea accesible.

Este porcentaje ha pasado de un 30 a un 90 por ciento”, manifestó.

Antes de esta modificación los visitantes con movilidad reducida hacían un recorrido diferente al resto de personas y ahora se ha conseguido que todos puedan realizar la visita por las mismas zonas.

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