El equipo de orientación de discapacidad auditiva de la Dirección Provincial de Salamanca se creó hace 29 años (en 1989), y en la Comunidad tan solo existe otro similar en León, centrando todo su trabajo en los alumnos sordos de los centros de la capital y provincia, desde su etapa de Infantil (a los 3 años), hasta que o bien entran en el mercado laboral o acceden a la Universidad.
Los profesionales que lo conforman son tres, dos orientadores, Segunda Alonso y Conrado Vicente; y una profesora y técnica de servicios a la comunidad, Manuela García. «Formamos parte de todos los servicios de orientación educativa, pero atendemos en exclusiva a los alumnos con discapacidad auditiva, 127 en total, de diferentes grados», apunta el director del equipo, Conrado Vicente. Aunque hay algunos escolares preferentes, que son los de hipoacusia media, severa o profunda (88), «que requieren de un mayor nivel de intervención», sentencia, y son los que la Consejería de Educación considera de discapacidad, y tienen un informe psicopedagógico de todos ellos. Esta valoración es la clave del trabajo de estos profesionales, donde se contemplan aspectos como el tiempo de apoyo que necesitan, sus características, el grado de sordera, el desarrollo del lenguaje del niño, su pronóstico de cara al futuro, así como otros aspectos socios y familiares.
Porque como resalta Conrado Vicente, además de trabajar para el alumno sordo, también orientan tanto a los padres como a los profesores, «y todo se hace a partir del conocimiento del alumno, que se recoge en el informe psicopedagógico y social». Ese documento va recogiendo su evolución en sus diferentes etapas académicas, desde que se escolariza, y de forma más protocolizada se revisa al pasar a Primaria, y después a Secundaria o los Ciclos Formativos. En base a la situación de cada uno y la necesidad de intérprete, así como el número de horas, «se envía la propuesta cada curso a la Consejería de Educación, quien nos lo remite con los tiempos concedidos finalmente para el servicio de intérpretes de lengua de signos».
El responsable de este equipo de orientación también detalla los apoyos que ofrecen a estos alumnos, que van desde los intérpretes, profesores de audición y lenguaje, de pedagogía terapéutica, a los que se suman otros recursos, como auxiliares técnicos educativos, fisioterapeutas o los orientadores generales de cada centro, así como el papel de los tutores del alumno.