El impacto que las actividades del Museo Guggenheim Bilbao han
generado en la economía del País Vasco desde su inauguración en 1997
se cifra en más de 100.000 millones de pesetas, una cantidad siete
veces superior al costo de la inversión inicial. Además, durante el
pasado año, la pinacoteca fue visitada por un total de 975.000
personas, 85.000 personas menos que en 1999.
Estos son algunos de los datos recogidos en el balance del Museo,
presentado hoy en Bilbao por su director, Juan Ignacio Vidarte, que
calificó el ejercicio de 2000 como "satisfactorio y optimista" y que,
según explicó, da pie a la puesta en marcha de un plan estratégico de
cara a los próximos cuatro años.
Desde el 19 de octubre de 1997 hasta el fin del pasado año
acudieron al Museo un total de 3,6 millones de visitantes. De ellos,
el 83 por ciento acudieron a Bilbao exclusivamente para ver el
Guggenheim o, habiendo venido por otros motivos, alargaron su
estancia para visitarlo.
Los gastos directos que estos visitantes realizaron en el País
Vasco en ese periodo superaron los 100.000 millones de pesetas, lo
que supone un gasto medio de 28.900 pesetas por persona. Los sectores
más beneficiados de esta cifra fueron la gastronomía (35.191
millones), las compras (26.055 millones), el alojamiento (23.262
millones) y el transporte (5.869 millones).
Estos gastos directos supusieron una generación de valor añadido y
riqueza en la economía del País Vasco que asciende a más de 80.000
millones de pesetas de PIB, lo que implica el mantenimiento de una
media anual de 4.000 empleos.
Esta actividad económica adicional ha supuesto para las Haciendas
vascas más de 15.000 millones de pesetas de ingresos adicionales en
concepto de IVA, Impuesto de Sociedades e IRPF.
VISITANTES
Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2000, el Museo recibió
975.000 visitantes, frente al 1.060.000 personas que pasaron por la
pinacoteca durante 1999. Al igual que ocurrió en ese ejercicio, casi
6 de cada 7 visitantes (82 por ciento) procedieron de fuera de la
Comunidad Autónoma Vasca y uno de cada dos era extranjero (46 por
ciento), principalmente de Francia, EEUU, Gran Bretaña y Alemania. Un
98 por ciento de los visitantes recomiendan la visita y un 79 tiene
intención de repetir.
La evolución mensual de la afluencia de visitantes presenta
algunas diferencias respecto al año anterior. Así, entre enero y
abril de 2000 hubo un 25 por ciento más de visitantes debido a la
exposición "El arte de la motocicleta", que fue vista por 870.000
personas, cifra muy superior al nivel de visitantes de otras
muestras.
En mayo se experimentó un descenso ocasionado por los trabajos de
preparación de varias muestras. Durante los meses de junio, julio y
agosto, el número de visitantes en ambos años fue prácticamente el
mismo, volviendo a descender en los meses de septiembre y octubre
debido a que dos tercios del Museo se encontraban cerrados al público
por el montaje de la exposición "Percepciones en transformación: la
Colección Panza del Museo Guggenheim".
PLAN ESTRATEGICO
A partir de este ejercicio y por espacio de cuatro años, el Museo
impulsará su nuevo plan estratégico que comprende 25 objetivos y 150
acciones. Los objetivos para el próximo cuatrienio se centran, entre
otros, en el aprovechamiento de la ventaja competitiva que supone la
pertenencia del Museo a una red mundial.
También se pretende lograr un mayor equilibrio entre la naturaleza
institucional de promoción y propiedad mayoritariamente pública y el
"enorme peso" de la iniciativa privada. Para su consecución se
acometerán acciones encaminadas a la implantación de un plan
económico-financiero que regule los recursos anuales procedentes de
las instituciones públicas.
En el capítulo de la programación se han planteado diferentes
objetivos relacionados con las presentaciones de la Colección
Permanente y el calendario de exposiciones temporales en los que
priman "el máximo nivel de calidad artística y la orientación al
público".
Los objetivos también se centrarán en la elaboración de planes que
garanticen la obtención de recursos procedentes de visitantes,
miembros individuales y corporativos, compradores de producto y
usuarios de servicios que aseguren las metas de autofinanciación
fijadas por el Museo.
El Museo aspira durante los próximos cuatro años a la
consolidación de un modelo de gestión innovador, basado en la
calidad, la cultura participativa y la orientación al cliente,
maximizando el grado de autofinanciación y la colaboración del
mecenazgo.
ACTIVIDADES Y AMIGOS
Un total de 238.000 personas participaron en los programas
educativos del Museo Guggenheim Bilbao. 14 nuevas actividades se
sumaron a las 28 que ya se ofrecían en 1999, alcanzándose un total de
42 programas el pasado año.
Casi un 20 por ciento de los niños y jóvenes en edad escolar en la
CAV participaron en alguna de estas actividades. Como novedades que
se pusieron en marcha en el año 2000 destacan el programa de
voluntariado, "Aprendiendo a través del arte", visitas guiadas para
personas con minusvalías físicas y psíquicas, el programa "Déjanos
guiarte", y la colaboración con ZINEBI.
Desde su inauguración, el programa de Amigos del Museo ha recibido
el apoyo social de 12.050 personas. El pasado ejercicio se incrementó
el número de amigos en un 10 por ciento, estableciéndose el índice de
renovación en el 88 por ciento. Esta cifra mantiene al Museo
Guggenheim como el museo del Estado que cuenta con mayor número de
Amigos y el tercero en Europa por detrás del Louvre y la Tate
Gallery.
En la actualidad son 145 empresas las que participan en el
Programa de Miembros Corporativos. El valor económico de las noticias
que el Museo ha generado en la prensa escrita en España, Portugal,
Alemania, Francia, Italia y EEUU durante 1999 se incrementó en 1.120
millones respecto al año anterior. Así se pasó de los 2.530 millones
alcanzados en 1998 a los casi 3.650 de 1999.
Entre las personalidades que visitaron el Museo durante el pasado
año destacan Michael Caine y Jane Fonda, los directores de cine John
Waters y Stephen Frears y el músico Lou Reed y los premios que
recibió se han vuelto a ver incrementados.
LIMPIEZA
En relación a la limpieza del Museo, Vidarte explicó que las
manchas aparecidas no provienen de la corrosión, sino de que la
pinacoteca lleva desde su construcción sin ser sometido a una
limpieza global en su parte exterior.
En este sentido, agregó que sus previsiones son que en primavera
dispongan ya del producto limpiador y de su aplicador por parte de
escaladores y para evitar andamiajes. El coste del detergente para la
limpieza del titanio que recubre el Guggenheim supondrá unas 600.000
pesetas.
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