El ictus ocasiona un gasto sanitario anual de 1.250 millones de euros en España, según destacaron los expertos durante la Jornada ‘Situación actual de la atención al ictus en España: de la Estrategia Nacional a los Planes Regionales’, organizada por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (Geecv) de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Asociación Freno al Ictus.
Con motivo del Día Mundial del Ictus, ambas organizaciones recordaron este lunes que el ictus es una enfermedad cerebrovascular que constituye uno de los principales problemas socio-sanitarios en España. Es la segunda causa de muerte global (la primera en mujeres, además de la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia). Cada año, unos 110.000-120.000 españoles sufren un ictus y, de ellos, cerca de un tercio queda con secuelas.
A este respecto, el presidente de la SEN, el doctor Exuperio Díez Tejedor, aseguró que “el ictus es una enfermedad compleja, que requiere atención inmediata y que se beneficia de asistencia especializada, puesto que la intervención de neurólogos con experiencia en enfermedades cerebrovasculares mejora la evolución de los pacientes con ictus y reduce la mortalidad, la dependencia posterior, y los costes del proceso”.
“Además de resultar evidente el beneficio que produce en los pacientes que han sufrido un ictus la atención neurológica precoz y especializada, también han sido claramente demostradas las ventajas de organizar los cuidados médicos y de enfermería en una Unidad de Ictus (UI)”, añadió.
Numerosos estudios han demostrado que, si un paciente que ha sufrido un ictus es atendido por un neurólogo en las primeras horas, la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad grave puede reducirse a la mitad.
Además, los expertos señalaron que ha quedado patente que las Unidades de Ictus son el recurso más eficiente para el tratamiento de la fase aguda del ictus, porque este dispositivo asistencial ha demostrado reducir la mortalidad, la dependencia y la necesidad de cuidados institucionales en los pacientes con ictus.
En este sentido, la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, la doctora María Alonso de Leciñana, explicó que “una de las claves para el éxito en la atención del ictus es la rapidez con la que se detectan sus síntomas iniciales y se contacta con el sistema de emergencias. Es por ello que en la cadena asistencial destinada a esta patología es fundamental la interconexión y coordinación precisa entre los servicios de urgencia extra e intrahospitalarios con el ‘Código Ictus’, diseñado con el fin de una rápida identificación, notificación y traslado de los pacientes a los servicios de urgencias”.