El envejecimiento prematuro de las personas con discapacidad intelectual exige nuevas estrategias

Fecha

11/05/2011

Medio

Facebook
Twitter
LinkedIn

Es un hecho científicamente probado que las personas con discapacidad intelectual envejecen con mayor celeridad. Se estima que de media tienen ocho enfermedades o síndromes diferentes asociadas a su realidad y que los síntomas de este deterioro prematuro comienzan a los 50 años. ¿Qué ocurre entonces con la vida laboral y ocupacional de estas personas?¿Tienen que renunciar a ella y quedarse en casa?

Lantegi Batuak, BBK y Diputación Foral de Bizkaia han presentado una investigación “pionera” -en palabras del director de la Obra Social de la BBK, Jorge Morquecho- que plantea no solo las consecuencias de este fenómeno, sino que también aporta soluciones y propuestas a medio plazo.

En el estudio, publicado bajo el nombre, ‘Envejecimiento y deterioro de las personas con discapacidad intelectual en el ámbito ocupacional y del empleo en Bizkaia’, se ofrecen numerosos datos de interés:

. En cinco años se ha duplicado el número de personas con discapacidad intelectual en el Serivicio Ocupacional de mayores de 40 años.

. En cinco años ha aumentado en un 7% el número de personas con discapacidad intelectual en el Centro Especial de empleo, mayor de 40 añoa.

Impacto Social

Según el director de Lantegi Batuak, Txema Franco, esta franja de edad seguirá creciendo a medio y largo plazo y tendrá “un alto impacto” en los centros especiales de empleo. “Con este estudio queremos evitar la pérdida de puestos de trabajo en personas que quieren seguir realizando su labor en las empresas, pero también asegurarles el mayor nivel de actividad posible en los centros ocupacionales”. En ese sentido, las propuestas pasan por “flexibilizar los servicios y crear combinados, además de diseñar una nueva estrategia en los servicios de apoyos individuales”.

Flexibilizar servicios

Otro de los autores de la investigacion, el director de Alter Civites, Víctor Bayarri, consideró que “para responder adecuadamente hay que permitir, por ejemplo, que se pueda compatibilizar la asistencia a un centro de día y a un centro ocupacional o a un centro especial de empleo. Esto es inviable actualmente y las familias se ven obligadas a elegir algo que no soluciona las necesidades de la persona con discapacidad intelectual”.

Otra de las necesidades importantes es “garantizar a las personas con discapacidad intelectual al menos la renta de garantía de ingresos sea cual sea su situación laboral o de actividad”. Lantegi Batuak apuesta también porque se actualicen, revisen y mejoren las valoraciones sobre dependencia, incapacidad permanente y jubilaciones anticipadas.

Financiación necesaria
La financiación tiene un espacio importante en este estudio. Los autores del mismo abogan porque exista “una financiación estable y suficiente” para hacer frente a este nuevo sistema de apoyos.

El director de Lantegi Batuak desveló que una de las situaciones más habituales es que el envejecimiento traiga aparejado una dificultad o incapacidad de usar el transporte público. En ese sentido, “el transporte no está contemplado como servicio ocupacional y es una de las soluciones que planteamos. Para ello, necesitamos financiación”. Txema Franco también adelantó que la organización de un nuevo sistema de apoyos hará necesario “una redimensión de los ratios de atención de los profesionales de apoyo”.

Quizás te interese:

¿Quieres recibir noticias en tu email?