La administración de cannabidiol junto a la hipotermia puede reducir el daño cerebral entre un 80 por ciento y un cien por cien en recién nacidos con asfixia severa, según han demostrado ensayos realizados en cerdos, ratones y ratas por investigadores del Área de Neurociencias del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, liderados por el jefe de sección de Neonatología del centro hospitalario, José Antonio Martínez Orgado.
Se trata de la primera vez que se han publicado resultados sobre el cannabidiol como tratamiento para el daño neonatal de origen hipóxico-isquémico, tanto en casos graves como moderados. Los datos de todos los ensayos preclínicos realizados hasta ahora se han publicado en revistas como ‘Pediatric Research’, ‘Frontiers in Neuroscience’ o ‘Neuropharmacology’.
Cada año fallecen en todo el mundo, la mayor parte en los países del tercer mundo, un millón de recién nacidos por daño cerebral adquirido y dos millones sufren una discapacidad severa de por vida. Además, se calcula que cada minuto, a nivel global, cuatro niños sufren un daño cerebral, dos y tres menores cada semana en España.
Pese a los avances en los cuidados de los recién nacidos, actualmente sólo existe el tratamiento de la hipotermia terapéutica, el cual reduce el riesgo de muerte o discapacidad severa pero sólo a un grupo muy pequeño de niños. En concreto, de los dos o tres recién nacidos con asfixia grave por cada 1.000, el 50 por ciento es candidato a recibir hipotermia y, de ellos, sólo el 54 por ciento obtiene beneficios. Asimismo, puede tener importantes efectos secundarios que, en ocasiones, pueden llegar hasta la muerte.
Por este motivo, los investigadores del Hospital Clínico San Carlos de Madrid analizaron, en estudios realizados con animales, el potencial que puede tener en estos recién nacidos el uso del cannabidiol, ya que es un cannabinoide sin efecto psicoestimulante y cuyo potencial se basa en que es uno de los antiinflamatorios y antioxidantes más potentes que existen, pudiendo actuar simultáneamente sobre los tres principales factores que originan el daño cerebral: la inflamación, el estrés oxidativo y la excitotoxicidad. También, es un «potente» anticonvulsionante y ansiolítico, lo que ofrece beneficios adicionales para el tratamiento de los pacientes recién nacidos.
Precisamente, en los ensayos preclínico se ha demostrado que por sí solo el cannabidiol reduce sensiblemente el daño cerebral por asfixia en recién nacidos en estado moderado y grave. Concretamente, los investigadores han demostrado que la administración por vía parenteral del cannabidiol en casos de daño cerebral neonatal de origen hipóxico-isquémico moderado reduce esta lesión en un 50 por ciento según las pruebas de resonancia magnética e histológicas, y hasta en un cien por cien la discapacidad funcional, según lo observado en las pruebas funcionales o de exploración neurológica.
Asimismo, los científicos han observado que este beneficio se mantiene a largo plazo, incluso si el tratamiento se inicia a las 18 o 24 horas posteriores a la aparición del daño, ampliando así la ventana terapéutica respecto a la hipotermia, la cual debe administrarse en las primeras seis horas. «Hemos comprobado también que el cannabidol no tiene efectos secundarios», ha aseverado el doctor Martínez Orgado, para comentar que este tratamiento ha demostrado, por tanto, ser eficaz tanto cuando se administra solo, en los casos moderados, como cuando lo hace junto a la hipotermia, en los casos graves.
Estos resultados han hecho que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) haya aprobado la realización del primer ensayo clínico multicéntrico europeo, que estará coordinado en España por el Hospital Clínico, para probarlo en recién nacidos con asfixia durante el parto y que necesitan recibir hipotermia. El estudio comenzará a finales de verano y se espera que los primeros resultados se publiquen dentro de un año y medio.
En este trabajo van a participar entre 30 y 40 recién nacidos, a los que se les suministrará, de forma ciega para los investigadores, cannabidiol o placebo. «Lo que queremos demostrar es su seguridad y eficacia», ha dicho el doctor Martínez Orgado, tras informar de que el estudio va a ser coordinado a nivel general en un hospital del Reino Unido, ya que la financiación de los trabajos preclínicos ha corrido a cargo del laboratorio británico GW farmaceuticals.
«EVITAR MAS LAGRIMAS Y SUFRIMIENTO EN EL FUTURO»
Los buenos resultados preclínicos, y los que puedan salir del ensayo clínico, han sido acogidos con esperanza y entusiasmo por parte de pacientes y familiares afectados porEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Tienen ... en su lugar. el daño cerebral, como así lo han transmitido la presidenta de la Asociación Convives con Espasticidad, Claudia Tecglen; el atleta paralímpico campeón de Europa, Lorenzo Albadalejo; la presidenta de la Fundación Sin Daño, Paloma Pastor; y el presidente de la Fundación Jero García, Jero García.
«El simple hecho de poder respirar sin dolor es una suerte e investigaciones como ésta pueden permitir que muchos niños puedan respirar y se eviten muchas lágrimas y sufrimiento en el futuro, como por el que yo y mi familia han pasado», ha comentado Tecglen, psicóloga que nació a las 22 semanas de gestación con 900 gramos de peso, y cuyo pronóstico fue la muerte o quedarse en estado vegetal de por vida.
En una situación de discapacidad se encuentra también Albadalejo, quien sufrió hipoxia durante el parto. «Yo nací en el año 90 y ahora gracias a la investigación, las personas que lo sufren pueden sufrir menos secuelas», ha comentado el atleta paralímpico, quien ha destacado la necesidad de que las administraciones aumenten el presupuesto destinado a la financiación de proyectos de investigación.
Del mismo modo se han pronunciado Pastor y García, quienes han asegurado que el proyecto es una «esperanza grandísima» tanto para los pacientes como para las propias madres que puedan sufrir complicaciones futuras en el parto. «¿Por qué cuesta tanto ayudar a investigar?. La discapacidad está ahí y necesitamos ayuda», ha zanjado el presidente de la Fundación Jero García.