La Federación Catalana de la Discapacidad Intelectual (Dincat Plena Inclusió) ha alertado este lunes de que miles de mujeres y niñas con discapacidad intelectual o del desarrollo sufren una doble discriminación, por motivos de género y de discapacidad, con motivo del Día Internacional de la Mujer.
En un comunicado, el Dincat ha reclamado a las administraciones que se comprometan a elaborar informes con perspectiva de género que evidencien mejor estas realidades que suceden, de forma habitual, en las esferas más cotidianas, como la salud, la educación y el trabajo, entre otras, han advertido.
Los abusos sexuales son más frecuentes en mujeres con discapacidad intelectual que en hombres, con una proporción de seis de cada diez, según un estudio del Journal of Applied Research in Intelectual Disabilities que ha citado el Dincat, mientras que son también las que denuncian menos.
La falta de denuncia puede darse por motivos como no reconocer que se trata de un abuso, dependencia con el agresor, falta de credibilidad y dificultades para acceder a la justicia, entre otros, y han lamentado que a veces quedan indefensas ante el sistema, como los casos en los que el agresor es un tutor legal.
DERECHOS REPRODUCTIVOS
En los ámbitos de la salud y la maternidad, el Dincat ha apuntado que solo el 10% de las mujeres con discapacidad intelectual va al ginecólogo y que muchas se enfrentan a prácticas que vulneran gravemente sus derechos, como la esterilización, los abortos forzados, la retirada de la custodia de los hijos o el impedimento del disfrute de la sexualidad.
«Estas vulneraciones se relacionan con el estigma que pesa sobre las personas con discapacidad» e interactúa con los procesos de incapacitación, que les impide tomar decisiones sobre su propio cuerpo.
Todo ello, a pesar de que la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad recoge, en el artículo 23, el derecho a mantener la fertilidad en igualdad de condiciones que el resto de las personas, ha señalado la federación.
También han lamentado que en el ámbito de la educación, estas mujeres sufren problemáticas como el elevado fracaso escolar y abusos físicos y psicológicos, mientras que en el ámbito laboral solo trabaja una de cada diez, frente a uno de cada diez hombres, y ganan 3.000 euros menos de media.