Tener o conocer referentes es importante y el joven burgalés Héctor Miguel González, sin buscarlo, se ha convertido en uno. A sus 25 años ha logrado un contrato indefinido en una empresa ordinaria con las mismas condiciones laborales que el resto de sus compañeros. Tiene una discapacidad intelectual que no le ha supuesto ningún problema a la hora de desempeñar sus funciones en el lineal de la empresa Eurofrits, donde trabaja por turnos.
«Estoy muy contento. Lo más difícil fueron los nervios por saber si iba a conocer a alguien, pero todos fueron muy majos. Fue una experiencia nueva y sentí mucha emoción cuando me dijeron que me habían seleccionado», explica sentado en una mesa de la Fundación Aspanias donde está acompañado por Conchi Camarero y Sara Bueno, las técnicas del programa Incorpora que le han acompañado en su proceso de integración en la vida laboral.
La de Héctor es una historia de superación que comenzó cuando llegó a la Fundación Aspanias, entidad que representa al Programa Incorpora de la Fundación ‘la Caixa’ como referente en discapacidad intelectual y mental, acompañado de su madre y de su hermana por la recomendación de la orientadora del centro en el que estudiaba. La técnica del programa Incorpora Conchi Camarero explica que lo que hacen «es trazar un itinerario de empleabilidad y formación dependiendo del perfil y características».
Héctor sonríe porque dice que siempre tiene en mente «ir para adelante. Si sale algo, bien y si no, pues a otra cosa». Precisamente, su visión positiva a la hora de afrontar nuevos retos es una de las cualidades que destacan de él las técnicas. «La actitud de Héctor siempre ha sido muy positiva. Siempre ha luchado por lo que quería y aunque no le gustara lo que estuviera haciendo siempre acaba lo que empieza». E insisten en que «su fortaleza es que no se achanta, siempre da un paso hacia adelante y se deja aconsejar. Además de la actitud positiva, tiene constancia y responsabilidad y es muy sociable. En el trabajo ha encajado muy bien».
Inserción sociolaboral
El caso de Héctor es un ejemplo de realización personal a través de la inserción sociolaboral que se ha traducido en más de 300 contrataciones de personas con discapacidad o en situación de riesgo de exclusión social, en Burgos, en el primer semestre del año. En este sentido, ha sido importante la colaboración de más de un centenar de empresas que, como Eurofrits, han abrazado la propuesta integradora del Programa Incorpora. «No sólo es cumplir con una Ley sino darles cabida», explica Conchi Camarero y «que una empresa ordinaria se abra a la contratación de personas con discapacidad sirve para que mostrar que tienen las mismas competencias», añade Sara Bueno.
El caso de Héctor ha abierto la puerta a la contratación de más personas en un su misma condición. «A raíz de esta contratación con Héctor se abrió otro proceso y ahora estamos en el tercero», apuntan. En esta línea, hacen un llamamiento al sector empresarial para que tenga en cuenta en los procesos de selección de personal y ampliación de plantillas diferentes perfiles como el de Héctor, que «ha encajado a la perfección», y añaden: «Nosotras brindamos nuestro apoyo. En el caso de Eurofrits, se hizo una formación previa en la empresa para explicar las diferentes discapacidades que hay, tuvo muy buena acogida y no ha habido ningún problema».
Además de la Fundación Aspanias, el programa Incorpora lo desarrollan otras entidades como COCEMFE Burgos, como referente en discapacidad física y sensorial y la Fundación Lesmes, en exclusión social. «En realidad es un trabajo en red porque estamos en contacto, compartimos información y también ofertas de empleo que vayan surgiendo», explican las técnicas, que amplían el radio de acción a nivel regional, nacional e internacional. «El programa Incorpora de la Fundación ‘la Caixa’ comparte el mismo objetivo, la promoción de la inserción laboral en la empresa ordinaria de personas en situación o en riesgo de exclusión social».
Noticia de Andrea Díez.