Durante el último año, el número de inactivos que no buscan empleo para cuidar a personas dependientes se ha incrementado un 132 por ciento en Andalucía, pasando de 4.900 en 2016 a 11.400 en 2017, según Fundación Adecco, que con motivo de la celebración el próximo 15 de mayo del Día Internacional de la Familia, ha realizado, con la colaboración de Previsora Bilbaína, un análisis de las familias que atraviesan más dificultades, en este caso por tener a una persona con discapacidad entre sus miembros.
Según un comunicado, la información aportada se basa en los datos de la Encuesta de Población Activa (variables de la submuestra) y en una encuesta a 400 personas que conviven con alguna persona con discapacidad, de los cuales 90 son de Andalucía, y de los datos se desprenden que "se duplican, con creces, los inactivos por cuidados a personas dependientes en la comunidad andaluza".
Así, señala que durante el último año, el número de inactivos que no buscan empleo para cuidar a personas dependientes se ha incrementado un 132 por ciento en Andalucía, pasando de 4.900 en 2016 a 11.400 en 2017.
En general, apunta que son personas que se han retirado del mercado por no poder costear los servicios adecuados para el cuidado de familiares dependientes como adultos enfermos y personas con discapacidad.
La consultora de la Fundación Adecco experta en familias Myriam Ganado señala que "compatibilizar la vida personal y laboral es un reto para todos los profesionales, que se convierte en todo un desafío cuando hay una persona dependiente en la unidad familiar. Por este motivo, no pocos trabajadores deciden retirarse del mercado para ocuparse directamente de su familiar, al no poder costear a una persona que le brinde los cuidados adecuados".
Sobre el perfil del profesional que se retira del mercado para cuidar a su familiar con discapacidad, según los datos del INE, se trata mayoritariamente de una mujer (83,3%), mayor de 45 años (88,4%). El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, manifiesta que "estos datos vienen a constatar dos realidades: en primer lugar, en nuestra sociedad sigue muy arraigado el rol femenino como cuidadora de la familia y del hogar y, en segundo lugar, las mujeres mayores de 45 años son las que más dificultades encuentran en el mercado laboral y, por tanto, las primeras que deciden retirarse cuando la situación familiar lo requiere, ante la falta de expectativas profesionales".
En la misma línea, Mesonero añade que "los seniors son una fuerza laboral imprescindible para el mantenimiento de nuestro Estado del Bienestar.
El reto es que puedan convertir el cuidado de su familia en su profesión, dotándola de reconocimiento económico y social, a través de colaboración público-privada que les permita seguir aportando a la economía a la vez que se realizan profesionalmente".
MENOS OPORTUNIDADES PROFESIONALES
Si bien no todos los profesionales con familiares con discapacidad se retiran del mercado laboral, "los que en él permanecen encuentran obstáculos y dificultades añadidas", señala Fundación Adecco, que añade que este hecho "condiciona las posibilidades de empleo de los trabajadores, que tienen que encontrar jornadas laborales y medidas de flexibilidad que hagan compatibles vida personal y profesional".
En esta línea, apunta que "más de la mitad de los encuestados andaluces (57%) declara haber tenido que rechazar empleos y/o promociones porque no eran compatibles con la atención y el cuidado a su familiar".
Concretamente, añade que "un 27% admite haber tenido que rehusar ofertas de trabajo, mientras que un 30% se ha visto obligado a rechazar promociones que exigían una mayor dedicación profesional".
A este respecto, Mesonero comenta que "las insuficientes medidas de conciliación suponen una pérdida de competitividad para las empresas, pues cada persona que rechaza un empleo o promoción por este motivo es talento desperdiciado. En pleno siglo XXI, urge impulsar políticas de flexibilidad que permitan a los profesionales dar lo mejor de sí mismos sin renunciar a lo más importante para ellos: su familia".
A este respecto, apunta que "un 69% demanda más medidas de flexibilidad y conciliación para compatibilizar su desarrollo profesional con el cuidado de su familia".
CONCILIACION: UN LARGO CAMINO
En relación a las políticas de conciliación, señala que "tienen aún mucho recorrido en nuestro país" y asegura que "la mayoría de las medidas de flexibilidad tienen una implantación inferior al 50%". "Sólo la posibilidad de abandono del puesto de trabajo ante emergencias familiares (75%) y los viernes por la tarde no laborables (67%) han conseguido arraigar en las empresas de nuestro país", apostillla.
En este sentido, Myriam Ganado asegura que "la futura inserción laboral de los menores no es viable sin el apoyo familiar y más aún si éstos tienen discapacidad. Necesitan pasar tiempo con sus padres, pues ellos son su primera referencia y los responsables de inculcarles valores como la igualdad de oportunidades, la autoestima, la confianza o la fortaleza.
No se trata de sobreprotegerles, sino de invertir en su autonomía, y eso sólo es posible con tiempo de calidad que les proporcione seguridad en sí mismos. Privar a los menores con discapacidad de la compañía de sus padres es un retroceso, mientras que facilitársela es una apuesta de futuro. La idea no es que los progenitores descuiden sus responsabilidades laborales, sino que puedan flexibilizarlas para compartir momentos de calor, afecto y ocio con sus hijos con discapacidad".
Como dato desalentador, señala la fundación, "la mayoría de los encuestados (90%), padres de hijos con discapacidad, cree que éstos no podrán trabajar nunca en la empresa ordinaria, bien porque considera que su grado de afectación no es compatible con el empleo (35%), o bien porque cree que en la sociedad y en las empresas siguen existiendo prejuicios que dificultarán al máximo su inclusión laboral (55%)".
Según Mesonero "lo cierto es que casi 7 de cada 10 contratos que firman las personas con discapacidad son en el ámbito del empleo protegido (Centro Especial de Empleo), pero realmente, esta modalidad está concebida para ser un trampolín hacia la empresa ordinaria, es decir, aquella en la que el trabajador con discapacidad convive con profesionales que no la tienen y cuenta con las mismas condiciones que ellos. Para fomentar el empleo en el mercado abierto, es necesario trabajar con las personas con discapacidad desde la infancia, para que adquieran habilidades prelaborales que les abran las puertas del empleo ordinario el día de mañana".
EL PLAN FAMILIA FUNDACION ADECCO
Consciente de las dificultades añadidas que atraviesan las familias que tienen a algún miembro con discapacidad y en línea con su compromiso social, la Fundación Adecco desarrolla, desde hace 14 años, el Plan Familia en 223 empresas colaboradoras.
Este programa se dirige a las personas que están más cerca de los trabajadores de las empresas con las que colabora la Fundación Adecco: sus familiares con discapacidad. Con ellos se trabaja principalmente en cinco áreas transversales: médica, social, educativa, formativa, de ocio y laboral, con el objetivo de preparar a los beneficiarios para el acceso al empleo.
Aunque su fin último es el empleo, el programa trabaja con personas con discapacidad desde edades prelaborales, consciente de la importancia de estas etapas para lograr una inserción laboral efectiva.
Actualmente, ya existen 222 empresas las que desarrollan este programa, que da servicio a 1.559 familias que tienen a personas con discapacidad entre sus miembros.