La Confederación Autismo España denunció este miércoles que “nacer en una u otra comunidad Autónoma condiciona la calidad de la atención temprana” a la que un niño con TEA puede acceder, y exigió unos servicios de calidad e “iguales para tOdos hasta los seis años de edad”.
Diversos estudios apuntan a que la edad media de diagnóstico de TEA en Europa se sitúa entre los 2,5 y los 4 años, mientras que la de comienzo de intervención temprana está en los 3,5 años.
En España, se estima que hay más de 1.400 familias en la lista de espera de estos servicios en algunas autonomías. Con motivo del Día Nacional de la Atención Temprana que se celebra hoy, Autismo España reclamó atención temprana especializada e igualitaria en todo el territorio español para todos los niños con autismo de 0 a 6 años.
Con este objetivo, la confederación acaba de publicar un informe donde analiza y compara la normativa sobre atención temprana existente en las diferentes comunidades autónomas españolas, que son las que ostentan las competencias en este ámbito, ya que no existe normativa estatal .
Según sus resultados, “la gran disparidad normativa existente sobre atención temprana entre las comunidades autónomas conlleva importantes implicaciones para la igualdad de oportunidades de los y las menores en el espectro del autismo”.
Hay “importantes diferencias en relación a aspectos como la regulación de los sistemas de atención temprana; la edad de acceso y finalización de estos servicios, y la definición de los servicios, profesionales, frecuencia y metodología de la atención”.
Además, el estudio señala que no existen planes de transición o continuidad definidos para aquellos niños y niñas que dejan de tener derecho a los servicios de atención temprana por alcanzar cierta edad o por un cambio en su estatus de escolarización.
El trabajo también destaca que los niños que son completamente no verbales y que comienzan la intervención en los primeros años preescolares, tienen muchas más probabilidades de volverse verbales que aquellos que comienzan la intervención después de los 5 años.
Además, la intervención precoz contribuye a evitar la aparición de patologías de salud mental o sintomatología añadida al TEA en el largo plazo, como alteraciones de conducta, trastornos depresivos o problemas de ansiedad.