El pasado día 2 de mayo se celebra el Día de la Madre y desde el departamento de Mujer de ASPAYM Castilla y León pretenden visibilizar el papel de las madres con discapacidad, con el objetivo de normalizar la maternidad dentro del colectivo, sobre el que todavía recaen muchos prejuicios y obstáculos sociales.
Rocío, socia de ASPAYM Castilla y León en Valladolid, tiene una lesión medular a nivel D8 completa, producida por un accidente de tráfico cuando tenía 20 años. En la actualidad tiene 44, es profesora de instituto y madre de una niña de 3 años. “Cuando me quedé embarazada me puse muy contenta, porque llevábamos varios meses intentándolo. Tuve un embarazo muy tranquilo, me dieron la baja al séptimo mes y dos meses después di a luz de forma natural y sin ninguna complicación”, ha declarado.
Pese a las inseguridades que pudo sentir, Rocío asegura que el apoyo de su familia y su pareja ha sido fundamental para acompañarla en todo el proceso de la maternidad: “Para mí la maternidad es algo muy serio y la verdad que no es sencillo. Al principio era muy duro, pero en todo momento he tenido el apoyo de mi familia y mi pareja”. Además, asegura que pese a las inseguridades que pueda sentir, siempre ha dado lo mejor de sí misma para el bienestar de su hija: “Siempre se tienen dudas con la discapacidad, pero como madre siempre hago lo mejor que sé para que ella esté bien y sea feliz”.
Una de las principales dificultades con las que se encontró fue la falta de accesibilidad en todos los productos relacionados con la maternidad. “Para una mujer en silla de ruedas no hay nada pensado para que pueda ocuparse de un bebé de forma autónoma”. Rocío reconoce que objetos tan básicos como el cambiador, la bañera o la cuna no cuentan con opciones accesibles suficientes.
Además, reflexiona sobre los prejuicios que existen en la sociedad hacia el colectivo, aunque reconoce que en su caso no lo ha vivido de forma directa. “En mi caso no me he sentido en ningún momento juzgada ni cuestionada por haber querido ser madre con discapacidad, y si lo he sido nadie ha tenido el valor de decirme nada. Aunque es posible que haya una parte de la población que no esté informada y tenga prejuicios, creo que cada vez hay más gente informada y poco a poco hay un cambio a mejor para que las personas con discapacidad estemos más incluidas en la sociedad. La inclusión y la información están haciendo posible este cambio”.
“Para una mujer en silla de ruedas, no hay nada pensado para que pueda ocuparse de un bebé de forma autónoma”