Al menos cinco de las 107 medallas obtenidas recientemente por
la selección española en los Juegos Paralímpicos -en los que España
se alzó con el tercer puesto por delante de potencias como Francia-
corresponden a deportistas sin ningún tipo de discapacidad. Así lo
afirma al menos un redactor de la revista mensual "Capital", Carlos
Ribagorda. Según cuenta en el último número de su publicación, él
mismo fue seleccionado por la Federación Española de Deportes para
Discapacitados Intelectuales (FEDDI) para formar parte del equipo
de baloncesto que ganó el oro olímpico, sin que previa ni
posteriormente se le realizara ningún tipo de control.
No fue el único. El periodista afirma que de los doscientos
atletas españoles que viajaron a Sidney en la segunda quincena de
octubre para competir por España, al menos quince no tenían ningún
tipo de discapacidad física ni intelectual. La explicación que
encuentra Ribagorda para este fraude es sencilla: "sin medallas no
hay dinero" (como, según cuenta en su artículo afirmaba el
seleccionador de baloncesto Eduardo García). Y era mucho el dinero
que estaba en juego: 1.000 millones en publicidad y el presupuesto
de la misión española en los próximos paralímpicos (este año fueron
1.200 millones de pesetas).
Pero el asunto es aún más triste y viene de lejos. Al parecer
fue hace dos años cuando la FEDDI se percató de las ventajas del
engaño. Ni el oro en el Campeonato Mundial de Baloncesto de Brasil
en 1998, ni el obtenido en Varsovia en el Campeonato de Europa en
1999 se consiguieron de forma limpia. "Pese a obtener ambos
campeonatos irregularmente, Fernando Martín Vicente, presidente de
la Federación Española de Deportes para Discapacitados
Intelectuales, no tuvo reparos en recoger la prestigiosa copa Barón
de Güel de manos del Rey el 13 de julio de 1999", escribe
Ribagorda. Así fue como se garantizaron el patrocinio para los
Paralímpicos.
El periodista extiende el fraude no sólo a la selección de
baloncesto, sino también a la de tenis de mesa, natación y
atletismo. Y no sólo a España, sino también a Brasil, Portugal o
Rusia. "¿Cómo es posible que nadie se haya ocupado de verificar el
estado físico y mental de los jugadores?" plantea el redactor de la
revista 'Capital'. "En la ciudad australiana, los únicos controles
efectivos son los que se realizan para evitar la entrada de drogas
y armas", se responde.
No es eso lo que declara el vicepresidente del Comité
Paralímpico Español y presidente de la FEDDI, Fernando Martín
Vicente, a la publicación. Éste sostiene que todos los
discapacitadosEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Personas con discapacidad en su lugar. intelectuales han pasado controles aquí y en Sydney.
Y en el caso del equipo de baloncesto presenta 12 certificados
médicos supuestamente correspondientes a los jugadores. Carlos
Ribagorda, en cambio, mantiene que ni a él ni a sus compañeros se
les realizó jamás prueba alguna.
El Gobierno autoriza casi tres millones de euros en ayudas en materia de accesibilidad para afectados por a dana
El Consejo de Ministros autorizó en su reunión de este martes la aplicación del Fondo de Contingencia por importe de 2.931.862 euros y la concesión