Esta Estrategia pretende mejorar la vida de las personas con discapacidad en la próxima década, tanto dentro como fuera de la Unión. Los objetivos de la Estrategia solo pueden alcanzarse mediante la acción coordinada tanto a nivel nacional como de la Unión, con un sólido compromiso por parte de los Estados miembros y de las autoridades locales y regionales de aplicar las medidas propuestas por la Comisión.