2. CONCILIAR LA ACTIVIDAD LABORAL CON LA VIDA PRIVADA Y FAMILIAR
2.1. Acuerdos laborales flexibles tanto para mujeres como para hombres
Las políticas de conciliación ayudan a crear una economía flexible mejorando la calidad de vida de mujeres y hombres. Ayudan a todo el mundo a incorporarse al mercado laboral y permanecer en él utilizando todo el potencial de la mano de obra, y deben estar disponibles tanto para las mujeres como para los hombres. Los acuerdos laborales flexibles aumentan la productividad, refuerzan la satisfacción de los asalariados y la reputación del empresario. No obstante, esos acuerdos benefician mucho menos a las mujeres que a los hombres, lo que crea un desequilibrio de género que tiene consecuencias negativas para la posición de las mujeres en su puesto de trabajo y en su independencia económica.
2.2. Aumentar los servicios de asistencia
Europa se enfrenta a un triple reto: la disminución de su población en edad de trabajar, las bajas tasas de nacimientos y una población envejecida cada vez más numerosa. Mejorar los acuerdos para el equilibrio entre el trabajo y la vida privada forma parte de la solución del declive demográfico al ofrecer guarderías más asequibles y accesibles, como requieren los objetivos de Barcelona[8], y prestar servicios que atiendan a las necesidades asistenciales de las personas ancianasEn el SID sugerimos utilizar la palabra o expresión Personas mayores en su lugar. o con discapacidad. La calidad de esos servicios debería mejorarse, y también habría que desarrollar y valorar más la competencia de su personal, formado sobre todo por mujeres.
2.3. Mejores políticas de conciliación tanto para mujeres como para hombres
Los servicios y estructuras se adaptan demasiado despacio a una situación en la que tanto las mujeres como los hombres trabajan. Pocos hombres disfrutan de un permiso parental o de un trabajo a tiempo parcial (un 7,4 %, frente a un 32,6% de mujeres); las mujeres siguen siendo las principales cuidadoras de niños y otras personas dependientes. Debería animarse a los hombres para que asuman sus responsabilidades familiares, sobre todo estimulándoles a disfrutar de permisos parentales y de paternidad y a compartir con las mujeres el derecho a estos permisos.